Circo, España 2010

Publicado el 23 febrero 2012 por Cineinvisible @cineinvisib

Tenía unas inmensas ganas de ver algún trabajo de Los Hijos. De este Colectivo, formado por Javier Fernández Vázquez, Luis López Carrasco y Natalia Marín Sancho, había leído una barbaridad de artículos y noticias alabando sus documentales. Por fin he podido apreciar, gracias al festival Márgenes, la calidad de sus imágenes, el gusto del equilibrio visual y la elegancia formal del bello documental, Circo.

Una pareja y sus dos hijos llegan a un descampado, a las afueras de un pueblecito, en pleno verano. Empiezan montando la carpa, anuncian su espectáculo y preparan el mágico lugar, creado con sus propias manos, en espera de que la gente acuda a verlos. Por suerte no hay comentarios (en la mayoría de los documentales se tiende a la verborrea que nada añade). Aquí las imágenes hablan por sí solas en unos encuadres milimetrados con unos planos perfectos.

Se trata, nada más y nada menos, y al mismo tiempo, sencillamente, de la historia de una familia errante que pasea su circo por el mundo. En una clásica unidad de lugar, tiempo y acción, 24 horas de la existencia de estos entrañables seres les bastan al Colectivo Los Hijos para realizar el documental más enérgicamente político y comprometido del momento.

Porque al fin y al cabo de lo que se trata es de reivindicar los valores esenciales del trabajo. De esa actividad que nos debe aportar algo en nuestras vidas, en vez de destruirla (centenares de muertes al año en Europa por su causa), de poder producir o crear algo verdadero (alejado de los vacíos impulsos informáticos que atraviesan continentes y destruyen economías) o del derecho a que cada uno puede trabajar dignamente cerca de su familia sin tener que emigrar a Laponia cada tres meses.

Adivinanza: ¿en qué año se han escrito estas frases? “En pequeño, el asunto parece singular; pero a lo grande, pertenece a las grandes finanzas. Hay actos arbitrarios que son criminales entre individuos… Matas un hombre, vas a la cárcel. Pero con convicción gubernamental, se asesinan 500 hombres pero se respeta el crimen político. Coges 5000 de mi casa, vas a la cárcel. Pero con una buena motivación en el hocico de los agentes de bolsa, obligas a comprar la deuda de cualquier república o monarquía en quiebra, emitida para pagar los intereses de esa misma deuda y nadie se quejará. Estos son los verdaderos principios de la edad de oro en la que vivimos”. Fecha de publicación: 1837 del genial Balzac en La casa Nucingen.

Lo más triste es cuando acabada la función, en plena noche, la familia va recogiendo la carpa para irse a otro lugar, en una obscuridad que les va tragando poco a poco. Este circo es su trabajo y algunos, demasiados, quieren convertir su trabajo en un circo. El espectador no puede menos que preguntarse hasta cuándo lograrán seguir viviendo así.