Desde Canarias no hay conexión directa, así que elegimos volar vía Madrid a Vilna (Ryanair), con noche de descanso y bocata de calamares de por medio. También regresamos por el mismo sitio: íbamos con tiempo y nuestra idea era realizar un circuito cerrado, no sólo recorrer en una dirección.
Vilna es la gran joya desconocida. Las otras capitales bálticas: Riga y Tallín, así como Helsinki, son atractivas para visitar con un crucero pero si eres de los que les gusta caminer, conocer y recorrer en coche a tu aire, como a nosotros, te recomiendo que busques circuitos "fly & drive". Básicamente quiere decir que tú te buscas la vida para llegar hasta allí y luego la agencia se encarga de localizarte coche y hoteles (con desayuno normalmente).
En definitiva, esto vino a ser más o menos la idea y creo que dimos en el clavo...
Información práctica
- No hay problema ninguno para comunicarse en inglés.
- La moneda es el Euro. Nivel de gastos (comida o gasolina): más bien bajo.
- Los enchufes: los habituales europeos.
- Se circula por la derecha y las carreteras están en muy buen estado.
- No hace falta pasaporte ni visado (excepto si vas a cruzar a Rusia o Bielorrusia).
- En Junio no vimos ni una hora de noche, era de día eternamente.
- ¿Costa o bosque? Los dos, aunque sin duda en verano se está mejor en la playa.
- Tienen fantásticos parques urbanos.
- Son países prácticamente llanos y no hay nada de desnivel.
- El carácter de sus gentes es amable y abierto.