FAEDO DE CIÑERA (CIRCULAR) Y ERMITA DE SAN LORENZO
Se trata de dos pequeños recorridos que hemos unido en el mismo día para aprovechar el desplazamiento.
El primero es una pequeña travesía desde el pueblo de Villasimpliz a Ciñera para visitar la bonita ermita de San Lorenzo recorreremos el PR.LE-37 "Las Colladas a San Salvador"
La segunda más conocida es una circular para visitar el Faedo de Ciñera y regresar por el paralelo valle de, aquí hicimos la circular evitando bajar por la carretera y nos salió un descenso muy bonito, por lo menos en primavera.
La parte final podemos hacerla más fácil si bajamos por la carretera o si en lugar de la travesia termnarla en La Vid, lo hacemos en el pueblo de Villar del Puerto
Nosotros hemos hecho el recorrido en travesía, dejando un vehículo en Villasimpliz y otro en La Vid. Para hacerlo circular hay que recorrer unos 3,4 kilómetros la N-630 entre dichos pueblos (cosa nada recomendable) o sencillamente subir a la ermita de San Lorenzo desde La Vid y descender nuevamente por el mimo camino a dicho pueblo.
DATOS DEL RECORRIDO
- Inicio del recorrido: Villasimpliz (León).
- Fin del recorrido: La Vid (León)
- Distancia total: 11,5 kilómetros
- Desnivel acumulado: 450 m.
- Fecha de realización de la ruta: Mayo 2021
- Época recomendada: mayo, finales de octubre o principios de noviembre.
- ¿Recomendable para niños?: SI.
- Puntos de agua en el recorrido (información dependiente del estiaje de cada año):
- Villasimpliz
- Camino de descenso de la ermita hacia La Vid
- Dificultad del recorrido: FÁCIL
- Track: Pedidlo por email a losdelasclaras@gmail.com
PLANO DEL RECORRIDO
Arrancamos el recorrido en el pequeño pueblo de Villasimpliz (1.100 m), pasamos junto a la iglesia de S. Juan Degollado y S. Martín. Talla de S. Juan Bautista del s. XVIII. Hubo Hospital principal de peregrinos a cargo de hospederos nombrados por la Colegiata de Arbás y sostenido por el Cabildo y las rentas de prados y tierras de labor.
Y es que lo que hoy es un pueblo apenas habitado otrora fue paso del importante camino de Santiago por donde millares de peregrinos iban a cruzar Pajares.
Pasamos a la izquierda de esta pequeña casa para descender al arroyo que cruzaremos por un puente.
Nada más cruzar el puente veremos un sendero con un cierre y unas marcas del PR LE-37 que hemos de tomar. Este primer tramo el sendero cruza numerosas praderías estando algo cerrado teniendo que acabar subiendo por los prados
Seguimos ascendiendo por praderías hasta entroncar con un ancho camino que tomaremos hacia la izquierda
Vistas sobre el valle del Bernesga
Tras un ascenso, atravesamos la ladera de Peña Chanza por una serie de hombros rocosos (1.300 m.)
Comenzamos a descender dando vista al pueblo de La Vid y antes subida a un llamativo peñasco la ermita de San Lorenzo
Para subir a la ermita han colocado unos pasamanos en las zonas algo más expuestas, pues la roca en días de lluvia o hielo puede estar resbaladiza
Ermita de san Lorenzo (1.250 m.), del siglo X en cuyo interior hay un ara astur. Rodeada de leyendas la ermita abre sus puertas el 10 de agosto, día de S. Lorenzo, y se celebra una romería a sus alrededores.
Ancestralmente conocida como San Vicente de la Gotera. Se levantaba con una sola nave, llevando arco fajón y su puerta de acceso muestra un arco todo realizado en un románico rural. Un documento acredita ya su existencia en el año 1176
Regresamos al collado y descendemos por su otra vertiente, al iniciar el descenso miramos hacia el lugar tan llamativo donde se instaló esta ermita.
Atravesamos una zona boscosa predominando el roble. Aquí hay una fuente a la izquierda del camino bien señalizada.
Alcanzamos esta campera por encima del pueblo de la Vid y aquí se difumina el marcado sendero, no obstante hay marcas del PR que nos indican que hemos de bajar por ella en dirección al pueblo.
Pasamos debajo de la N-630 siguiendo el cauce de un pequeño arroyo y entramos en el pueblo de La Vid (1.065 m.), cruzando el Bernesga junto a la iglesia parroquial que data del S. XVII.
Tomamos un camino que une los pueblos de la Vid y Ciñera
En Ciñera hemos de dirigirnos hasta la iglesia, junto a ella caminando hacia el este salimos del pueblo por el paseo del Faedo, dejaremos un pabellón polideportivo a nuestra izquierda y, al poco rato, pasaremos al lado del cementerio. La pista continúa siguiendo el valle del arroyo Villar, el cual cruzaremos por un puente un rato antes de llegar a una gran explanada en la que encontraremos una bocamina en desuso. Esta bocamina, de la antigua mina Santa Lucía, está protegida por una reja y ahora reconvertida en un santuario: a través de la verja se pueden ver algunas fotos antiguas, herramientas para la extracción del carbón y un pequeño altar en honor a la virgen de Santa Bárbara, patrona de esta profesión.
La pista hace una gran curva a izquierdas bajo unas antiguas escombreras de las minas para enfilar hacia el norte un pequeño puente de piedra (1.110 m.) que nos hace cruzar el arroyo de nuevo.
Nos adentramos en una pequeña angostura
Recorremos un primer tramo de pasarelas que nos llevará a una zona de praderas en las que hay un merendero, en la otra orilla del arroyo, y al que se puede acceder por dos pequeños puentes de madera si abandonamos el camino principal.
Aquí haremos una parada para comer
Cruzamos la segunda pasarela para retomar al camino principal.
Atravesamos una alargada pradería rodeada de hayas que nos muestran su verde primaveral.
Nos acercamos hasta la orilla para ver unas estampas muy fotogénicas.
Un pequeño puente abre la puerta del pequeño, pero increíble Faedo de Ciñera, lo atravesaremos por una pasarela de madera preparada para no dejar nuestra huella en este mágico bosque.
Fue declarado «Bosque mejor cuidado de España» en 2007 por el Ministerio de Medio Ambiente y la ONG «Bosques Sin Fronteras».
Junto a la pasarela observamos a Fagus, un haya de 500 años que ha sido declarada "árbol monumental". Con su tronco de 6,5 metros de diámetro catalogado como uno de los 100 ejemplares más singulares de España.
Continuamos la pasarela, mirando a un lado y otro embelesados por la belleza de este hayedo.
El bosque termina de repente a la entrada de una abrupta foz hacia la que nos encaminamos.
Otro bonito puente nos permite cruzar de vertiente.
Nos adentramos en lo más angosto de la foz
Atrás dejamos el Faedo.
Una cuidada pasarela de madera nos permite atravesar la angosta foz.
Lo más estrecho de la foz termina junto a una pequeña cascada que forma el arroyo, a partir de aquí el camino es más escabroso y habrá que tener más cuidado con los niños.
Ascendemos junto a una zona de pequeños saltos de agua y las llamativas marmitas de gigante que forma el Arroyo Villar(Las marmitas de gigante son cavidades erosivas en los cauces de los ríos que se generan por la acción de las corrientes fluviales.
Estas cavidades de forma más o menos esférica se generan cuando uno o varios fragmentos de roca quedan atrapados en algún hueco del lecho. Gracias a la acción giratoria que produce la corriente, los fragmentos golpean contra los bordes del hueco y van redondeando y haciendo más profunda la cavidad).
Volvemos a cruzar el arroyo por otro puente y ascendemos de forma decidida dejando atrás el valle.
Según ganamos altura tenemos estas espectaculares vistas sobre la Foz de Villar.
Al terminar el ascenso el sendero se dirige hacia el pueblo de Villar, pero nosotros al alcanzar una pequeña campera (1.230 m.) tomaremos un sendero apenas perceptible que en dirección contraria (oeste) se dirige a la Collada Villar. Vamos paralelos a la carretera que une los pueblos de la Vid y Villar (si no queremos complicarnos más solo nos restaría descender por ella hasta La Vid donde tenemos el vehículo)
Atravesamos verdes praderas con la Collada Villar ya al alcance.
Collada Villar (1.300 m.)
En la Collada Villar, tenemos dos opciones:
La primera más facil, pero mucho más fea es descender los aproximadamente 3 kilómetros de carretera que nos llevan hasta La Vid.
La segunda opción, y que por supuesto es la que elegimos nosotros es bajar por el mismo valle que desciende al pueblo siguiendo los senderos ganaderos (ojo a esta opción porque primero hay que cruzar un cierre con "pastor" y luego hay que tener cuidado con que haya ganado con mastines.
El descenso nos lleva a pegarnos al Arroyo la Pedrosa y seguir un precioso sendero paralelo a el, que nos sorprendió por su belleza.
Finalizamos este sencillo, pero precioso recorrido en las camperas que se encuentran a las puertas del pueblo de La Vid donde tenemos los vehículos.