Pero no somos seres solitarios, estamos rodeados de otras personas y éstas a su vez de otras y entre todos generamos circunstancias, situaciones que es imposible que lleguemos a manejar completamente. La única responsabilidad real de cada persona en cualquier situación es la de trabajar la actitud frente al hecho, el como la vivimos.
Y cuando la vivimos en tercera persona tenemos que ser una contribución ante quien está sufriendo. No ayuda mucho que le hagan pensar demasiado a través de frases como: "Seguro que todo ésto guarda una enseñanza","Eres responsable de tu actitud", etc, etc. etc
La vida es un 10% circunstancias y un 90% la actitud con la que la vivimos.
Seamos una contribución positiva a mejorar ese 90% de los demás. Con pequeñas cosas, con detalles de los que llamamos triviales o superficiales. La mente en momentos críticos no necesita pensar tanto, ya que el "traductor"(estado de ánimo negativo) está ahí al acecho. Y la única forma de despistarlo poco a poco es justamente subir el nivel, trabajando la actitud.