Citas de Libro: Fahrenheit 451

Publicado el 23 junio 2015 por Entre Libros Y Tintas @EntreLibrosyTin
Buenas tardes chicuelos,
creo que hoy es el día perfecto para una entrada de esas que tanto me gustan, y que no es otra que "Citas de Libro". En este caso el elegido es Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.
Hace tiempo publiqué la reseña de este increible libro, la cual podéis ver AQUÍ, y es que para todos aquillos seguidores que disfruten de la novela distópica no pueden dejar de leer al que podríamos llamar el padre de todas ellas.
Espero que disfruteis con la selección de frases y citas de Fharenheit 451 y que sirvan de aliciente para que arranqueis a leerla los que aun no lo habeis hecho.
Para arrancar os dejo con la frase que define a este libro y su historia...
"Fahrenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde..."


"Era un placer quemar."
"Nadie escucha ya. No puedo hablar a las paredes, porque éstas están chillándome a mí. No puedo hablar con mi esposa, porque ella escucha a las paredes. Sólo quiero que alguien oiga lo que tengo que decir. Y quizá, si hablo lo suficiente, diga algo con sentido. " "-¿Lee alguna vez alguno de los libros que quema?"(Él se echó a reír)- "¡Esta prohibido por la ley!- "¡Oh! Sí, por supuesto." "Tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tío dice que ambas cosas van siempre juntas. Cuando la gente te pregunte la edad, dice, contesta siempre: diecisiete años y loca." "No eres como los demás. Y he visto a muchos, y los conozco. Cuando hablo, tú me miras. Anoche, cuando dije algo acerca de la luna, tú miraste hacia la luna. Los demás nunca harían algo así. Los demás me dejarían hablando sola o me amenazarían. Ahora nadie tiene tiempo para nadie. Tú eres uno de los pocos que me soportan, Por eso pienso que es muy extraño que seas un bombero, me parece que no es lo apropiado para ti." "La televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y en realidad da muy poco." "El día en que falleció, el mundo sufrió una pérdida de diez millones de buenas acciones." "Es usted un romántico sin esperanza." "Y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía a la playa." "A buen fin, no hay mal principio." "Se produjo un chasquido, como el de la caída de los fragmentos de un sueño confeccionado con cristal, espejos y prismas." "Un libro en manos de un vecino es como un arma cargada." "Siempre lo he dicho, poesía y lágrimas, poesía y suicidio y llanto y sentimientos terribles, poesía y enfermedad. ¡Cuánta basura!" "Y ella se alejó corriendo y le dejó plantado allí, bajo la lluvia. Montag tardó un buen rato en moverse.Y luego, muy lentamente, sin dejar de andar, levantó el rostro hacia la lluvia, sólo por un momento, y abrió la boca..." "¿La muchacha? Es una bomba de relojería(…) Ella no quería saber cómo se hacía algo, sino por qué. Esto puede resultar embarazoso. Se pregunta el porqué de una serie de cosas y se termina sintiéndose muy desdichado." "Quemémoslo todo, absolutamente todo. El fuego es brillante y limpio." "-¡Buenas noches! Empezó a andar por el pasillo que conducía hacia su casa. Después, pareció recordar algo y regresó para mirar a Montag con expresión intrigrada y curiosa. -¿Es usted feliz? -preguntó-.-¿Que si soy qué? -replicó él-.Pero ella se había marchado, corriendo bajo el claro de luna. La puerta de la casa se cerró con suavidad.-¡Feliz! ¡Menuda tontería!Montag dejó de reír. Montag miró hacia el río. «Iremos por el río. -Miró la vieja vía ferroviaria-. O iremos por ella. O caminaremos por las autopistas y tendremos tiempo de asimilarlo todo. Y algún día, cuando lleve mucho tiempo sedimentado en nosotros, saldrá de nuestras manos y nuestras bocas. Y gran parte de ella estará equivocada, pero otra será correcta. Hoy empezaremos a andar y a ver mundo, y a observar como la gente anda por ahí y habla, el verdadero aspecto que tiene. Quiero verlo todo. Y aunque nada de ello sea yo cuando entren, al cabo de un tiempo, todo se reunirá en mi interior, y será yo. Fíjate en el mundo, Dios mio, Dios mio. Fíjate en ese mundo, fuera de mi, mas allá de mi rostro, y el único medio de tocarlo verdaderamente es ponerlo allí donde por fin sea yo, donde estén la sangre, donde recorra mi cuerpo cien miel veces al día. Me apoderare de ella de manera que nunca podrá escapar. Algún día, me aferrare con fuerza al mundo. ahora tengo un dedo apoyado en el, es un principio.» -Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio a donde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. “No importa lo que hagas-decía-, en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un auténtico jardinero está en el acto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí, el jardinero estará allí para siempre”. "Los años de Universidad se acortan, la disciplina se relaja, la Filosofía, la Historia y el lenguaje se abandonan, el idioma y su pronunciación son gradualmente descuidados. Por último, casi completamente ignorados. La vida es inmediata, el empleo cuenta, el placer lo domina todo después del trabajo. ¿Por qué aprender algo, excepto apretar botones, enchufar conmutadores, encajar tornillos y tuercas".