Siempre ligaré esos años que van desde el 79 al 81 a mi despertar o primera iniciación a la música. Era algo que aun no comprendía muy bien, recuerdo que en aquella época mi madre compraba muchos discos, todo el día escuchaba música en la radio, en el coche siempre ponía sus casetes (ABBA era la estrella y “Waterloo” mi favorita), y yo, aunque al principio consideraba esa afición algo exagerada, poco a poco me fui contagiando de ella. Supongo que los responsables de mi rendición incondicional a esa cosa llamada Rock and Roll fueron un par de primos míos que me llevaban varios años (a ellos debo el haber escuchado hablar por primera vez de Elvis, de Jerry Lee, de Chuck Berry, Clapton, Hendrix, Jeff Beck, Deep Purple, Led Zeppelin, Queen…), pero también mi madre, creo que de manera inconsciente, tuvo su parte de culpa. Tanto podía aparecer por casa con discos de Julio Iglesias, de Perales, de Camilo Sesto o de Manolo Otero, como con artefactos para bailar en las discos de la época, tipo Boney M, Bee Gees o Dr. Hook (y que a mis 10 añitos me encantaban), como con una serie de discos que yo por aquél entonces, aun sin tener ni puta idea, ya los contemplaba como con cierta reverencia, no sé, tenían algo que me hacía considerarlos especiales o diferentes. Hablo de discos como el “Year Of The Cat” de All Stewart, el “American Pie” de Don McLean, uno de Murray Head cuyo título no recuerdo, otro de J.D. Souther (“You’re Only Lonely”… ummm qué bonita)… y, sobre todo, tres discos en concreto que por aquella lejana época se convirtieron en mi completa debilidad: “Scape From Domination” (Moon Martin), “Jackrabbit Slim” (Steve Forbert) y el que hoy me va a ocupar por ser el culpable de mi (inconsciente) descubrimiento y posterior adoración de una banda llamada The Byrds y de un tipo llamado Gene Clark: “City” (Roger McGuinn & Chris Hillman, feat. Gene Clark).
Y, aunque entonces aún ni lo sospechaba, ese featuring acabaría convirtiéndose en causa de una de mis mayores debilidades musicales, porque mi tema favorito del disco, con diferencia, era justamente uno de los dos que llevaba la firma de Gene Clark, y culpable de que ahora esté haciendo esta entrada. Y lo jodido es que no va a sonar, no ha podido ser porque no he tenido forma de conseguirlo en internet para colgar aquí. Se trata de “Won’t Let You Down”, y los que lo conozcan sabrán que es un tema byrdsiano total (el más byrd del disco sin duda), muy en la onda del “I’ll Feel A Whole Lot Better” y, objetivamente y con diferencia, la auténtica joya de este trabajo. Pero así son las cosas… Prometo que si algún día lo consigo reeditaré la entrada para colgarlo.
A cambio dejo algunos temas compuestos por sus ilustres compañeros, quienes en realidad eran los verdaderos protagonistas de ese trabajo que en conjunto calificaría de correcto, un buen disco que se deja escuchar pero muy lejos de lo mejor que ha dado cada uno de ellos a lo largo de su carrera. Aparte del tema de Gene Clark recuerdo que los que más me gustaban eran “One More Chance”, “Skate Date”, “In The City” y una preciosa balada titulada “Let Me Down Easy”.
Aún tardé tardé en saber que esos tipos habían sido integrantes de una de las más grandes bandas de la historia (mi madre tampoco lo sabía y probablemente siga sin saberlo), para mí ese disco era simplemente el “disco de los policías” debido a esa portada que me parecía tan en la onda de esas estupendas series americanas de “policías y ladrones” que estaban tan de moda en aquella época. Pero lo cierto es que me dejó huella.