Ciudad de Dohane - Kevin Barry

Publicado el 19 julio 2015 por Tomas
Sinopsis: La Ciudad de Bohane es la gran protagonista de esta historia. Viciada de violencia, avaricia y corrupción, es el escenario de una guerra de bandas que combaten por el control de la ciudad.
Logan Hartnett y su banda la han dominado durante años de calma, pero hay rumores de que su viejo rival, Gant Broderick, está de vuelta y quiere reconquistar el poder de la ciudad y el corazón de Macu, esposa de Hartnett. Los Cusack de Las Lomas, enemigos ancestrales del Cotarro de Hartnett, también intentarán aprovechar este posible momento de debilidad. La adolescente fatal Jenni Ching, su novio Lobato Stanners o la nonagenaria Nena harán también sus movimientos para decidir el destino de la Ciudad de Bohane.

Título: Ciudad de Bohane (City of Bohane)
Autor: Kevin Barry. Escritor irlandés y trotamundos que ha publicado relatos en medios de primera línea como The New Yorker y ha ganado numerosos premios, entre ellos el International IMPAC Dublin Literary Award en 2013 por la obra que hoy vemos, que es además su primera novela. La crítica especializada lo reconoce como uno de los autores con más proyección de su país y su generación. 
Año de publicación: 2011 en su versión original, 2015 en castellano. 
Género literario: Combina elementos de varios. Por su planteamiento, su trama y su atmósfera es una Novela Negra, y a la vez es una Distopía, que se ubica en un sociedad indeseable. Por estar ambientada en un hipotético futuro (o incluso una realidad paralela) es una novela de Ciencia-Ficción y Anticipación
La primera novela de Kevin Barry es una llamativa fusión de géneros en la que destaca por encima de todo su ambientación distópica, su atmósfera áspera, incómoda, desabrida y desesperanzadora. Todas las críticas que he leído sobre "Ciudad de Dohane", unánimemente halagadoras, destacan su carácter noir y distópico, pero creo que conviene verla también como una obra de Ciencia-Ficción que sigue la línea abierta por un ilustre precedente y referente: "La naranja mecánica" de Anthony Burgess. 

© Martina Kenji [fuente]


Veamos: La acción transcurre en una ciudad ficticia de Irlanda, situada en la costa oeste del país, llamada Dohane, en un futuro de corte distópico, del que apenas sabremos nada al comenzar la lectura, que nos irá ofreciendo ciertos detalles a lo largo del texto, si bien Barry nunca nos dará datos concluyentes sobre qué provocó la situación ni sobre qué acontecimientos llevaron a ella. Sabemos que estamos en un futuro (entrada la novela nos revelará el año: 2054) en el que los países se encuentras aislados, con las rutas comerciales cerradas, y en el que las ciudades como Bohane subsisten precariamente al margen del gobierno nacional, al que llaman "El País de Fuera" (PF). La esperanza de vida se ha reducido y la vejez llega en torno a los cincuenta años. Las referencia a "La Era Perdida" son continuas, y es manifiesto un retroceso en cuanto a tecnología y calidad de vida: no hay vehículos de motor (la policía patrulla a caballo) ni apenas alguno de los adelantos técnicos de los que hoy gozamos (móviles, ordenadores, Internet...). Por ejemplo, el fotógrafo del único diario de la ciudad, el Vindicator, usa una antigua Leica "medieval", revelando las fotos a la manera tradicional, y el periódico se imprime en rotativas. Salvo por la música calypso (en especial de la Trojan Records) que fascina a los habitantes de Dohane, y por las referencias a la era dorada de Hollywood, la historia podría transcurrir sin problemas a principios del siglo XX. 
"Ciudad de Dohane" retrata la vida en los bajos fondos de la ciudad, conocidos como el Dédalo por ser un intrincado laberinto de callejuelas. La banda que controla el Dédalo, llamada el Cotarro, está dirigida por Logan Hartnett, apodado el Albino. Hartnett, un dandi de elegancia decadente, gobierna el Cotarro desde hace treinta años, momento de la última gran guerra de bandas. Pues la violencia de Dohane es tal que los habitantes del Dédalo se hallan enfrentados perpetuamente a los de las Lomas, barrios separados por una escalera conocida por los 98 escalones. Alrededor de la ciudad se extiende una zona deprimida y rural llamada El Gran Páramo, en la que existe una reserva gitana (la rese) cuyos habitantes se mezclan de forma habitual con los de la ciudad. Solo los gitanos de las dunas, que tendrán un papel relevante en la novela, se mantienen aparte de cualquier contacto con el resto de grupos de la zona y suponen una cultura autárquica y primitiva. 

Ilustración para la edición en catalán [fuente: blog del ilustrador]


La atmósfera de "Ciudad de Dohane", verdadera protagonista de la obra, es de violencia total. Es cenicienta, agria, y transmite una sensación descorazonadora, deprimente y por momentos angustiosa, lo cual se ve reforzada por la manera de describir de Kevin Barry, que se basa más en provocar sensaciones y en los símiles chocantes que en los adjetivos calificativos. Por ejemplo, para describir el Barrio del Humo, la zona más patibularia del Dédalo: "Era un sitio tremendo en plena noche: un mundo de sueños tristes al otro lado de la pasarela. En las callejuelas estrechas, las viejas casonas se inclinaban las unas hacia las otras: hola, ¿cómo te va? Como si se estuvieran sosteniendo las unas en las otras. Si sacas un solo ladrillo de la pila, el Barrio del Humo se viene abajo"
El escenario está plagado de tabernas de mala muerte, prostíbulos, fumaderos de opio, casas de juego, bares ilegales... la corrupción y el vicio son la tónica en Dohane, no la excepción. Existen barrios decentes, como Beauvista o la calle Endeavour, donde se reúnen los negocios financieros, pero son islas en medio de un mar sucio, oscuro y desastrado. Los personajes que alberga son afines a su continente: prostitutas (tanto jóvenes como viejas desdentadas), pandilleros, borrachos, adictos al opio, palurdos del Páramo... incluso la Policía, corrupta y salvaje hasta la hipérbole, se contagia de la brutalidad y la indolencia del ambiente. 
La violenta sociedad de Bohane tiene mucho de medieval, conformada por clanes familiares y zonales identificados por blasones, pabellones de color y emblemas. Estorninos para los de las Lomas, cabras montesas para los del Dédalo. Hasta las hermandades de la Policía tienen sus símbolos: Una porra con cabeza de serpiente. Un trozo de cadena enrollada. Una moneda de Judas. Elementos visuales que muestran referencias no solo literarias, sino también procedentes del cómic o el cine (imposible no pensar en la "Gangs of New York" de Martin Scorsese). 

Al igual que en la mentada "La naranja mecánica", la estética y el vestuario tienen una importancia central en "Ciudad de Bohane". El narrador, sobre el que hablaremos, se detiene a menudo a detallar el atuendo de un personaje en concreto (usando la fórmula "tal personaje llevaba: ... "), o se recrea en los diversos "modelos" y peinados de las pandillas. La mezcla de elegancia, extravagancia, prendas lujosas y ropa de trabajo, combinada con los ambientes proletarios y la música calypso de la Trojan, recuerdan al momento al ambiente de los barrios de clase trabajadora británicos de los años 60-70, en los que se desarrolló la cultura skinhead, con toda su maraña de precedentes y subvariedades (hard-mods, rudeboys, bootboys...), entornos también agresivos y violentos en lo que, como refleja Kevin Barry en su Bohane, una estética y una simbología comunes eran un factor identitario y de cohesión grupal. 
Y dentro de este escenario encontramos a los actores principales: Logan Hartnett, el epítome de todos los capos de la novela negra. Imperturbable, frío, elegante y devorado por los celos hacia su mujer, la hermosa Macu. Su madre, la nonagenaria Nena, verdadero cerebro del Cotarro, encamada en la suite nupcial de un hotel, siempre fumando, bebiendo whisky y viendo antiguas películas del gran Hollywood. Sus lugartenientes, implacables y crueles hasta el sadismo: Lobato Stanners (puro fenotipo irlandés, incluido pelo zanahoria) y Cabrón Burke, siempre acompañado de Angeline, su fiera perra alsaciana. La chinorri Jenni Ching, exótica, inescrutable y letal. Y el Gant Broderick, antiguo capo del Cotarro, caído pero jamás olvidado, que regresa a la ciudad tras lustros de ausencia y cuyas intenciones y la influencia que aún pueda conservar son un misterio para todos. 
Como novela negra, "Ciudad de Bohane" funciona realmente bien. Los amantes del noir tienen todos los ingredientes que le dan grandeza al género, en particular si hablamos de historias sobre bandas rivales, capos en continua lucha por mantener su poder y su posición, negocios turbios, ambientes lumpen, periodistas sin escrúpulos al frente de medios de comunicación untados y policía corrupta que tanto mira para otro lado (literalmente) durante las reyertas como se pone al servicio del Cotarro sin paliativos para servirle de fuerza de choque, previo sustancioso soborno. 

"—¿Ves esto? —le dijo el inspector.Le enseñó la forma peculiar de las tapetas de los tacones de las botas que habían dejado su marca en medio del charco de sangre.—Si esto nos indica que es una travesura del Cotarro —le preguntó al poli joven—, ¿qué más nos indica?El tonto de baba aprendía rápido; se puso de pie, miró en dirección a la multitud que había apelotonada en la entrada del callejón y se dirigió a ellos en voz bien alta:—Parece otro suicidio, colegas.—Buen chico —susurró el inspector."
El párrafo nos sirve de ejemplo del alto nivel de violencia de la novela. Personas muertas a patadas, pisoteadas y golpeadas hasta volverlas irreconocibles; navajazos que abren vientres desparramando tripas por el suelo; soplones desollados vivos y colgados como escarmiento, batallas campales en las que multitudes armadas con todo tipo de objetos filosos o contundentes causan decenas de muertos y heridos... Kevin Barry no ahorra detalles, si bien se sirve de un recurso narrativo que le quita un poco de truculencia a tanta sangre: siempre que puede nos ofrece instantáneas, imágenes estáticas, como si "Ciudad de Bohane" fuese más una presentación de diapositivas que una película. Claro ejemplo lo tenemos cuando nos relata la gran contienda entre el Cotarro y las familias de las Lomas, a la que asistimos a través de las fotografías que Balthazar Grimes, el camarógrafo del Vindicator, va revelando, escogiendo o desechando. 
Más allá de su violencia o su expresividad, la novela de Kevin Barry tiene otro sabor más: su sensación crepuscular, de decadencia, de luz mortecina. Logan Hartnett está en su ocaso como líder del Cotarro, y asiste indiferente y cansado al ascenso de quienes se disputarán su sucesión. El Gant Broderick es un anacronismo, un resto de otra época que ya no tiene sitio en Bohane. La Era perdida pesa de manera ominosa sobre todos los habitantes de la ciudad y trae recuerdos nostálgicos y dolorosos de tiempos pasados que no volverán. Toda la narración tiene un tono premonitorio que anticipa desgracias que nadie parece capaz de evitar y que todos asumen como algo corriente y hasta deseable. Bohane es un pozo de miseria moral y un nido de corrupción porque a nadie le importa, porque nadie hará nada por cambiarla, porque no hay nada por lo que luchar y porque la novela de Barry trasluce que no existe un futuro mejor, ni tan solo un futuro.

La novela se divide en cuatro partes, subdivididas a su vez en capítulos titulados y no numerados: Octubre, de doce capítulos; Diciembre, de otros doce; Abril, de dieciséis, y La noche de la feria de agosto, con un único capítulo extenso. Transcurre, por tanto, a lo largo de diez meses. Curiosamente, el ritmo pausado de la narración, plagado de elipsis narrativas y de saltos temporales, se dispara en la última parte, que cubre una única noche (la de la feria de agosto, una fecha señalada en el calendario de Bohane, una celebración cuasimedieval) y en el que los acontecimientos se agolpan y precipitan para conseguir un clímax emocionante y bien trabajado por el autor, que muestra un hábil manejo del tempo narrativo. 
En cuanto a la voz narrativa, se trata de uno de los puntos más interesantes de la novela. Está narrada combinando la primera y la tercera persona, por un narrador no omnisciente, presente pero apenas participante, que se refiere continuamente a los habitantes de Bohane como "nosotros" y que interpela a menudo a los lectores, con un estilo de carácter oral que involucra al lector: "Fijaos", "Mirad", "Ved" son fórmulas que aparecen en el texto cuando el narrador desea llamar la atención sobre determinado personaje o suceso. Conoce el escenario, los hechos y a los personajes, reflexiona y opina sobre ellos, pero no participa de manera activa, y su papel está poco definido (en línea con el resto de incertidumbres sembradas por Kevin Barry). No será hasta bien entrada la novela que sepamos quién es, resultando un dato de poca trascendencia. 
El autor ha querido dar a los habitantes de Bohane una expresión particular, una forma de hablar propia de las barriadas, que el traductor Javier Calvo ha optado por trasladar al castellano a través del registro vulgar de nuestra lengua: na' (por nada), to' (por todo), mu' (por muy), participios terminados en "ao"... Ignoro la forma original, pero probablemente esté referenciada a su homóloga irlandesa, pues son muchos los rasgos de identidad irlandesa los que refleja "Ciudad de Bohane", como el elevado consumo de alcohol o la exacerbada religiosidad católica, representada aquí por el culto al "Dulce Niño Jota" (DNJ).

Mapa de Bohane [fuente y tamaño completo]


Por el estilo narrativo, por la manera de describir a través de sensaciones, y por el tono noir que me pareció algo impostado al principio, me costó un poco arrancar con "Ciudad de Bohane". Pero una vez lograda la famosa suspensión de incredulidad (en torno al tercer o cuarto capítulo) me hallé sorprendido por una historia cautivadora, fuertemente adictiva, en la que Kevin Barry retuerce la trama con juegos de lealtades y deslealtades, frustra las preconcepciones del lector con giros argumentales inesperados, y va dosificando la información sobre personajes y acontecimientos de modo que es preciso seguir y seguir leyendo, pese a lo cual sigue manteniendo un margen generoso para la indefinición en cuanto al escenario general de la obra, que tanto puede ser un futuro hipotético como una realidad paralela a la nuestra. 
En mi opinión personal, "Ciudad de Bohane" puede aunar a los aficionados a la novela negra y los seguidores de la Ciencia-Ficción más distópica, pues pertenece a ambos géneros y contiene elementos interesantes de los dos. En cualquier caso, Kevin Barry me ha parecido un autor sorprendente, con un estilo muy personal, una capacidad notable tanto para despertar y capturar el interés del lector como para crear personajes vivos y creíbles, y sobre todo con buenas historias que contar.

Dónde conseguirlo: "Ciudad de Bohane" puede adquirirse en librerías, en formato papel, a un precio de 19,50€. También puede comprarse en La Central y en Amazon.
Con su política comercial acostumbrada, Rayo Verde publica esta novela bajo licencia Creative Commons, y reconoce expresamente el derecho del comprador a realizar copias totales o parciales de la obra, aún sin el permiso de la editorial. De igual modo, invita al lector, en caso de que no tenga interés en conservar la obra una vez leída, a cedérsela a otra persona si así lo desea. 
Enlaces de interés:
En la web de la editorial Rayo Verde existe una ficha del autor y otra ficha del libro, con más datos y enlaces a reseñas de la novela y entrevistas con Kevin Barry. 
Rayo Verde está presente en Facebook y en Twitter
Entrevista con Kevin Barry en Irishamerica.
Perfil del autor y de la novela en Irelandliterature
Blog del ilustrador Oriol Tuca Vancells con sus ilustraciones para la obra. 
Reseña de la novela en el siempre prestigioso The New York Times
Reseña de la novela con mapa de Bohane a gran tamaño. 
Entrevista con el autor (en castellano) en Todoliteratura.
Una reseña breve y concisa en el blog Cruce de caminos
Página web de la discográfica Trojan Records.
Ficha técnica:
Kevin Barry
Traducción: Javier Calvo
Ilustración: Oriol Tuca Vancells
Colección: Rayos Globulares (nº 17)
ISBN: 978-84-15539-88-9
Género: Novela
Publicado en febrero de 2015
312 páginas
Formato: Rústica con tapas reforzadas y plastificadas
Precio: 19,50€