En estas vacaciones volví a México para seguir conociendo ese hermoso país. Y puedo afirmar que aún después de tres viajes, sigo sin conocerlo todo. ¡Y eso que esta vez estuve un mes completo! Es inabarcable.
Empecé por ir a Ezeiza con Aerobus ($270) ya que sale cerca de casa. Por eso me fijé en un vuelo que saliera un día de semana en horario laboral. Tuve una hora de cola para despachar mi valija. Por suerte no hubo más retrasos.
Como en los dos viajes anteriores viajé por Latam (con una demasiado breve escala en Santiago de Chile, al punto que aún con vuelos puntuales tuve que correr un poco ya que agrandaron el aeropuerto chileno) y aterricé en la Ciudad de México (ya no México D.F.). Llegué antes del amanecer. Los trámites fueron rápidos. Tomé un taxi y arribé al hotel que había utilizado en otras ocasiones: el hotel Fleming. La ubicación es buena. Las habitaciones son amplias y cuenta con agua purificada. Lamentablemente no incluye desayuno y en esta ocasión el ruido del ascensor me dificultó dormir. No sé si era la habitación en el último piso o si necesita algún arreglo. Es una buena opción pero si vuelvo a México buscaré probar suerte en otro sitio.
Llegué al hotel y a diferencia de otras veces tuve que esperar a las 8am para poder hacer el check in. Traté de dormir un poco. Luego salí, comí algo en Kentucky Fried Chicken y compré en Telcel un chip con carga para mantenerme comunicada mientras estaba en México. En Oxxo también venden chips pero me recomendaron ir a la empresa y tener todo en orden. De hecho, el chip está a mi nombre. Caminé hasta el zócalo y la catedral. Fue una salida de reconocimiento. Esa noche cené en el hotel y me acosté temprano.
Al día siguiente decidí tomarme las cosas con calma. Fui en metro (subte) al Museo de Antropología ya que si bien lo conocía no había podido recorrerlo todo en mi otro viaje. Esta vez le dediqué las horas necesarias. ¿Cómo ir en Metro? En mi caso combiné dos líneas dado que antes compré una mochila cerca del zócalo en Redlemon: la 1 en Pino Suárez con dirección Observatorio hasta Tacubaya y allí la 7 con dirección El Rosario hasta Auditorio. Deja a unas cuadras del museo.
Un tema interesante del metro de Ciudad de México es que aún la gente que no sabe leer puede utilizar fácilmente el subte ya que cada estación, además del nombre, tiene un dibujo identificatorio. Es rápido, tiene una mayor frecuencia que en Buenos Aires y sólo cuesta $5MXN (unos 10 pesos argentinos).
Cuando salí del museo, en vez de ir al subte por la avenida Paseo de la Reforma, lo hice a través del bosque de Chapultepec bordeando el lago del mismo nombre. Es un lindo paseo para hacerlo con tiempo. Yo, sin embargo, quería ir a la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Tomé nuevamente el metro con dirección a El Rosario y ahí combiné con la línea 6 hasta La Villa-Basílica.
Como no había comido nada, almorcé-merendé un paste hawaiano (una empanada hojaldrada) en Pastes Kiko’s. Delicioso. $ 17. Uno de mis problemas en México es que no puedo comer nada de picante y, como es bien sabido, la comida mexicana es muy picante. Así que cada vez que voy a comer algo tengo que preguntar si tiene o no picante. En este caso, el paste hawaiano es el único salado sin picante. Una lástima porque me hubiera gustado probar todos.
Visité la Basílica y cené una hamburguesa gringa en El fogón montañés (con papas y gaseosa). La atención fue lenta y la hamburguesa no me terminó del convencer aunque puede ser un tema mío. Es un sitio económico.
Al otro día me levanté para tomar el autobús de las 9:05hs a Taxco. Nuevamente fui en metro y tardé más de lo que pensaba. Tomé la línea 3 en Juarez dirección Indios Verdes hasta Hidalgo y allí combiné con la 2 hasta Taxqueña. Llegué a las 8:55 pero perdí el último lugar en el bus por un minuto ya que lo compró la chica que estaba delante mío en la fila. ¡Una bronca! Tuve que hacer tiempo y viajar en el de las 10hs de Estrella de Oro.
Originalmente yo quería visitar las Grutas de Cacahuamilpa que están a una hora de Taxco pero me pareció que no iba a llegar. Especialmente porque el recorrido completo es de 4kms. Si iba a las grutas no me iba a dar tiempo de conocer nada de Taxco.
Me bajé del autobús en la puerta del Hotel Posada La Misión que es más cerca del centro que la terminal. Como el casco histórico está en subida, subí a un colectivo hasta el zócalo ($8 MXN). Los colectivos son combis blancas o vans que tienen en el frente los datos del recorrido. Me dejó frente a la iglesia de Santa Prisca. Caminé un poco y almorcé un riquísimo helado en Malinalli: sabor de los dioses (una mezcla de plátanos/banana, guayaba, arroz y canela) y beso azteca. Tienen que probarlos.
Hay también varios tianguis donde comprar joyería de plata a buen precio. Los que están apartados de la plaza son más económicos. Uno que visité es “Casa Zapata”.
Luego fui caminando hasta la entrada al teleférico del hotel Montetaxco. Las callecitas de Taxco son preciosas. El viaje redondo en teleférico cuesta 95 MXN. Vale la pena por las vistas. También se pueden recorrer los jardines del hotel hasta el mirador. Ni me imagino lo que debe costar una noche ahí.
Como ya no tenía ganas de caminar, tomé el primer colectivo que vi hasta la puerta de la Posada La Misión. Allí encontraron una mina prehispánica y, puesto que no había ido a las grutas, quería visitar la mina. La entrada que incluye una bebida en el jardín sale 150 MXN.
La mina todavía no ha sido excavada del todo, pero no me pareció chica teniendo en cuenta que se trata de un trabajo arqueológico. Bajamos en un ascensor y el guía me fue explicando cada parte del recorrido. Vetas de plata, cuarzos y otros metales. Hay una cascada artificial y es muy interesante. Lo que no me gustó mucho fue la aparición de un chontal vestido con un taparrabos que contó dos o tres cosas y que por supuesto quería propina por salir en la foto. Y a eso hay que sumar la propina al guía. En este sentido me pareció todo muy forzado. Lástima porque la visita me había parecido muy buena.
En el mismo lobby del hotel está la taquilla de Estrella de Oro así que compré el pasaje de vuelta. Dado que llegué de noche y la ciudad de México no me genera mucha confianza, cené tallarines en el hotel.
Para mi último día hospedada en ciudad de México había contratado un tour con la empresa Capital Bus que justo sale los viernes (la operadora turística es excelente: Amigotours). Como ya conozco muchos sitios por mis viajes anteriores quería algo distinto. Este tour va a los Prismas Basálticos.
Me levanté y fui caminando para llegar antes de las 9 al zócalo (luego supe que también parte de detrás del museo de Bellas Artes). El grupo de mi tour era pequeño. Partimos hacia Huasca de Ocampo, recorriendo hermosos paisajes de bosques y caminos de cornisa.
Nuestra primera parada fue en la antigua estancia (ahora hotel) Santa María Regla. La estancia del siglo XVIII perteneció a Pedro de Terreros, conde de Regla. La estancia cuenta con una capilla, una presa artificial, bóvedas, túneles, calabozos, molinos y puentes. La hacienda se dedicó a fundir oro y plata provenientes de las minas cercanas. Fue locación de películas como “La máscara del Zorro” y es impresionante. Me alegro muchísimo de haber conocido ese sitio. Tiene rincones que enamoran.
De ahí fuimos a los Prismas Basálticos donde se puede pasar la tarde ya que además de los prismas hay restaurantes, una tirolesa, etc. Los prismas son columnas geométricas de basalto producidas por lava solidificada. Nunca había visto algo así.
Cruzamos el puente colgante y bajamos hasta las cascadas que caen sobre los prismas (me dijeron que antes las cascadas eran realmente espectaculares). Tuvimos tiempo para fotos y recorrer las tiendas con souvenirs.
Pueden visitar los Prismas Basálticos por su cuenta. Para eso deben ir hasta Pachula y de ahí tomar algún colectivo a los Prismas.
Partimos hacia Real del Monte, un pueblo de origen minero. Conocimos el cementerio inglés y sus historias. Bajamos al pueblo mágico que justo estaba de festejo así que la calle principal estaba llena de puestos. Real del Monte es famoso por sus pastes así que fuimos a Pastes El Portal. Nos dijeron que es «el sitio» donde comer pastes. Yo comí un paste hawaiano (el único que ya sabía sin picante) y me animé también a uno de pollo (con un poquito de picante). Igual creo que prefiero la masa de Kiko’s.
Nos dieron tiempo libre y yo aproveché para recorrer la feria y sus diversos puestos.
Me dejaron muy cerca del hotel. Como no quería gastar mucho y deseaba comer algo distinto, cené en Sukiya, Parque Alameda. Pedí un platillo NWB de carne de res que me decepcionó un poco porque quedé con hambre. Salí a caminar por la Alameda a buscar un postre. Fue muy buena elección porque, si bien no encontré el postre que buscaba, vi a un cantante cantando boleros desde un balcón.
Esa fue mi despedida de la ciudad. Era hora de empezar mi aventura por México.
Pendientes:
De la ciudad de México me queda conocer la Plaza de las Tres Culturas y la Plaza Juan José Baz o de la Aguilita porque dicen que ahí se posó el águila sobre el nopal (relato mexica que aparece en la bandera). Hay un tranvía turístico que es una alternativa al Turibus ya que de noche tiene recorridos de leyendas. Por su parte, el Turibus tiene 4 circuitos con hop on y off todo el día. De sus tours diarios, el único que podría seducirme es el de Queso y Vino en Querétaro. Igual es demasiado caro. De Capital Bus, su principal competidora, me interesan más tours: el del Volcán Iztaccíhuatl que sale martes y sábados, el de mariposas monarcas en Valle de Bravo que funciona sólo entre diciembre y febrero con cupo limitado y la posibilidad de conocer San Miguel de Allende y la Peña de Bernal (aunque se puede ir por cuenta propia a estos dos últimos).
Asimismo hay un walking tour gratuito que se basa en propinas y sale del hostel Mexiqui a las 10.00 (+525578785766).
Probablemente lo mejor es pasar una noche en Taxco de Alarcón para poder visitar lo que me falta: el Cristo de la cima, los museos, las Grutas y las Pozas Azules.
DATOS:
- Aerobus Ezeiza. Av. Belgrano 225, 4ºC. Salen de enfrente. Consulten los horarios. 4334-6080/4342.
- Si vuelvo a México es posible que le dé una oportunidad al Hostel catedral Mundo Joven. Me gustó la ubicación y el precio, aunque leo malas críticas respecto al ruido nocturno.
- Otros hospedajes en la zona del zócalo: Hotel Amigo Zócalo, el México City Hostel con mejores reseñas, el Hotel Azores y el hostal Amigo Suites.
- Si quieren hacer lo que yo no hice y visitar las Grutas de Cacahuamilpa desde La Taxqueña -Ciudad de México- lo mejor es tomar el autobús de la empresa Costa Line. Pueden comprar por internet el pasaje para que no les pase como a mí. Tienen salidas a las 7:05, a las 8:05 y a las 9:05, por ejemplo. De su terminal en Taxco o muy cerca parten las combis a las grutas. Lleven repelente. La terminal de Estrella de Oro está a unas ocho cuadras.
- Precios del bus a Taxco: el precio es de $244 MXN, $488 el viaje redondo.
- En la mina chontal de Taxco se puede bajar en rappel. Hay un circuito de descenso a la mina de 18mts, caída libre en el foro de 15mts y ascenso en escalada. También un recorrido espeleológico con una duración de 4hs y un descenso de 130mts en rappel. Se puede preguntar sobre esas posibilidades en taxcolamina@gmail.com Abre de 9:00 a 18hs.
- Tranvía Turístico: Tel 5659-7198/ 5658-4027. Celular: 04455-59620074 reservaciones@tranviaturistico.com.mx
- Otra empresa que realiza excursiones en México es Wayak y ofrece paseos en globo. +52-5556529331