Por el camino de Chuan
La ganadora de la Concha de Oro en el pasado Festival de Cine de San Sebastián fue Ciudad de vida y muerte, un formidable trabajo del director chino Lu Chuan, en el que ha querido recordar la magnitud de la masacre de Nanking donde murieron unas trescientas mil personas, homenajeadas al principio del film. La guerra entre China y Japón estalló en julio de 1937 y en diciembre de ese mismo año, la ciudad de Nanking fue sitiada por completo por el ejército japonés. En los minutos iniciales de la película, correspondientes a las letras de crédito, se resume la batalla por la ciudad, con el recurso de imágenes de sobres de cartas como soporte para el relato de la terrible contienda. El resultado final es la conquista de Nanking por el poder del Ejército Imperial de Japón, con la ciudad totalmente en ruinas. El único lugar seguro es una zona de refugiados en la que aún quedan soldados chinos dispuestos a defenderse hasta el final.
Este trato un tanto benigno de este japonés, y de algún otro, hizo que llovieran algunas críticas en China, siendo cambiado, en algunos aspectos, el guión de la película por la censura del gobierno chino. Pero Chuan también quería que se reflejara la humanidad de los japoneses, algo que seguramente hizo que la película no fuera a los Oscars a representar a su país.
Por momentos, se ve claramente la intención del director de usar notablemente algunas escenas para emocionar de lleno al espectador, pero aún así, es inevitable que el espectador se conmueva. La película es realmente dura, sobre todo con las masacres de los prisioneros de guerra y con las violaciones a mujeres, pero también encontramos bellísimas imágenes que no olvidaremos jamás.
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