Año 2040. Han pasado 25 años desde la aparición del primer brote zombi y casi 20 desde que el mundo quedó arrasado. En Cartagena, al sureste de España, han conseguido aislarse de los muertos vivientes y se ha instaurado una sociedad lo más parecida posible a la antigua civilización. Gonzalo Gutiérrez, hijo del hombre que hizo posible la supervivencia de la ciudad, se prepara para ser elegido oficialmente como presidente. Pero la paz no dura mucho. Asesinatos, atentados y el regreso de una de las peores lacras del mundo pretérito lo llevarán al límite, viéndose obligado a traspasar fronteras que jamás hubiera imaginado. ¿Estará dispuesto a sacrificarlo todo por la supervivencia de la ciudad?
La bueno del genero Z no solo son los zombies, sino la cantidad de situaciones que pueden narrarse alrededor de este tipo de catástrofes. En concreto, a mi me llaman mucho las que se centran en el después, la reconstrucción de la sociedad y la convivencia con los muertos. Por eso, Ciudad humana es una de esas novelas que no puedo dejar de lado.
Su ambientación la sitúa en España, donde Cartagena es la única ciudad que ha conseguido atrincherarse y sobrevivir como sociedad civilizada. Como la acción se narra en 2040, bastantes años después del apocalipsis zombies, abre con un prologo en forma de diario de un joven que consigue llegar a la ciudad. En el cuenta lo esencial: la organización y sus impresiones. El resto, son capítulos normales, centrados en los personajes de las “altas esferas” de la organización. Vamos, en los líderes.
Como podeis imaginar, en el momento en que el mal mayor (véase que los muertos se leventen y quieran comerte el cerebro) deja de serlo, da paso a otros problemas mas importantes, como el ser humano en si mismo. Las rencillas, ambiciones, odios raciales y demás comportamientos deplorables, suponen un mayor problema cuando se arriesga la vida a diario.
Por eso, hay una gran profundización en la psicologia de los personajes principales: Gonzalo, Alejando, el sheriff King,… se exponen en su totalidad y podemos ver una evolución concreta con el tiempo, ya sea para bien o para mal. Los “buenos” pueden caerte mejor o peor, pero los “malos” están hechos de tal forma que es imposible no sentir antipatía por ellos.
Aunque al principio de la novela podemos quejarnos de la escasez de zombies, nos aporta otras cosas que me parecen más interesantes. Como por ejemplo distintos métodos de organización, comprobación de infecciones y demás. Se notan muchas horas de reflexión sobre el tema ¿Y quién no ha jugado a formular hipótesis sobre estas situaciones? Yo incluso me compré un libro juego de esta temática, en el que no salí muy bien parada. También estuvo muy de moda (y está) una guía de supervivencia zombie, a la que hace un buen guiño en esta novela.
A un tercio o mitad del libro empezamos a ver cambios. Ahora que ya lo sabemos todo (o casi), comienza la acción, donde hay más lucha, sangre y enemigos. Porque claro, en el momento que alguien lidera siempre hay detractores. Y más en un lugar donde conviven 100.000 personas.
Por otra parte, al narrar en un futuro lejano, existen guiños a nuestra generación. Me refiero a la de los 80, los que tendrían 65 años en esas fechas y actualmente son jóvenes frikis de los zombies y la sci-fi. Me gustaría pensar que yo podría estar entre esa elite de los Freak-Bros. Nunca se sabe… dicen que llegaron allí gracias a la guía de Max Brooks.
Si el ritmo crece con las páginas, el final es casi apoteósico, con grandes sorpresas que no esperábamos. Se puede decir que cierra la historia aunque deja temas abiertos para una segunda parte, que creo que está ya confirmada. Porque, claro, si os interesa el tema siempre podéis elegir continuarlo. Pero si no os dio más la historia, lo dejáis aquí y tan felices.
El ritmo en general es bueno, aunque en algunos puntos puede entorpecer un poco la lectura algunas partes que necesitan cierta correcciones: erratas, diálogos ligeramente forzados (las menos de la veces) y alguna reiteración de términos. Exceptuando eso, se lee muy fluido y a mi apenas me duró 3 días porque la narración es sencilla e incorpora muchos diálogos.
En resumen, es una historia más allá de la típica hecatombe Z y que merece la pena leer si además de los zombies os interesa el ser humano como objeto de estudio.