Ciudadanos conocedores de la Tierra

Por Guatu

por Daniel A. Laó Dávila

“Si hubieran sabido que algo así volvería a pasar, nunca se hubieran ido”.

Francius Pierre, familiar de la familia Desarmes

El relato de supervivencia de la Familia Desarmes es un triste ejemplo de cómo las personas pueden ser afectadas por los procesos de la Tierra. La familia Desarmes sobrevivió el terremoto de magnitud 7 de Haití del 12 de enero de 2010. Temiendo por su vida, la familia decidió mudarse a Chile donde el 27 de febrero de 2010, un poco más de un mes después, le sorprendió un terremoto de magnitud 8.8. La familia sobrevivió los dos terremotos pero ambas experiencias han dejado heridas emocionales que serán difíciles de superar.  La cita al principio de este artículo refleja el sentir de la familia con respecto a estos sucesos y trae a colación el conocimiento humano sobre los procesos geológicos. Aunque no se pueden predecir los terremotos, sí conocemos que la mayoría de ellos ocurren en los bordes de placas. Haití y Chile se encuentran en bordes de placas tectónicas en donde es común que hayan terremotos fuertes. Varios factores pudieron haber influido en la decisión de ir a Chile como el establecimiento previo de un miembro de la familia en ese lugar, la disponibilidad de visas para viajar y el bienestar económico del país. Sin embargo, tener el conocimiento sobre la ocurrencia de terremotos en nuestro planeta pudiera haber beneficiado a esta familia en su toma de decisiones.

La toma de decisiones correctas sobre las interacciones de las personas con los procesos geológicos tiene que provenir de los individuos, comunidades y los gobiernos, especialmente en ambientes donde muchas veces se comunican mitos e información equivocada. Por eso es que hacen falta ciudadanos conocedores de la Tierra que puedan aportar a esa discusión y al bienestar de la humanidad en su medioambiente.

Es importante estudiar la Tierra y sus procesos naturales ya que estos procesos afectan la gente. Por ejemplo, el bienestar de las comunidades depende de la disponibilidad de recursos como agua potable, aire limpio, minerales y recursos energéticos. Además las poblaciones son impactadas por desastres naturales como los huracanes, terremotos, erupciones volcánicas y deslizamientos de terrenos. Por otra parte, muchas de nuestras actividades resultan en la contaminación del agua, el aire y el suelo. La acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera por actividades humanas ha contribuido al calentamiento global. ¿Cómo podremos sobrevivir si no conocemos la magnitud del impacto ambiental que nuestras actividades causan en la Tierra? ¿Podremos disminuir el impacto y adaptarnos lo suficientemente rápido a estos cambios? Deberíamos esforzarnos por conocer estos procesos ya que la Tierra es nuestro único hogar y en estos momentos no tenemos la opción de mudarnos a otro.

Una manera en que podemos aprender más sobre la Tierra es utilizando el método científico como herramienta para entender como funciona. Este método consiste en hacer observaciones y experimentos para plantear una hipótesis o una explicación que pueda explicar las observaciones. Luego se hacen más experimentos para validar la hipótesis. La hipótesis que más pueda explicar los datos observados sería la más aceptada. Sin embargo, ese proceso continúa con más experimentos para mejorar la explicación de las observaciones.

Utilizando este método podremos afrontar retos que pudieran definir nuestra supervivencia. Por ejemplo, ¿Cómo podremos alimentar a los seres humanos y proveer los recursos necesarios? ¿Cómo podremos sobrevivir desastres naturales y cambios en el ambiente? ¿Cómo podremos tener un futuro sostenible? Los científicos de la Tierra utilizan muchos métodos experimentales y teóricos para entender los procesos que ocurren en la Tierra y asegurar la supervivencia humana. Es a través de estos estudios científicos que cada ciudadano puede aprender sobre estos procesos.

El ciudadano conocedor de la Tierra entiende los conceptos fundamentales de los sistemas terrestres. También puede encontrar y evaluar información científicamente creíble acerca de la Tierra. Además toma decisiones bien informadas y responsables, y se comunica sobre Ciencias Terrestres de una forma significativa.

Los ciudadanos conocedores de la Tierra tendrán un mejor futuro y serán clave para propulsar la sociedad hacia un mejor bienestar salubre, económico y social. De la misma manera que es importante aprender a leer y escribir para funcionar en la sociedad es importante tener conocimiento práctico sobre el funcionamiento la Tierra.