Ciudadanos fundidos a negro

Publicado el 09 diciembre 2013 por Jcromero

Perdonen que no me sume al coro de plañideras por el cierre de un canal convertido en botafumeiro de la derecha. Perdonen que no escriba enojado por esa ofensa sobrevenida a la libertad de expresión. Escribiría a favor de la respuesta de los trabajadores despedidos, aunque el ataque de dignidad y el despertar de la conciencia hubiera sido mejor antes que ahora. Nos funden a negro y, aún así, preferimos ahogarnos en el excusado de la palabrería. 

Hace unos días, con el fundido a negro de Canal Nou, se ponía fin a una suerte anunciada. Ahora, entre el rasgar de vestiduras de unos, la insolencia de los ejecutores y la felicidad orgásmica de los liquidadores del Estado autonómico y de todo lo público, los únicos perdedores; los trabajadores, como siempre. Curiosa esta democracia cuyos representantes no creen en ella y en la que gran parte de los representados observan el espectáculo, de brazos cruzados, esperando no ser las próximas víctimas.

Se repite el esquema: quienes durante años han manipulado, malversado y despilfarrado son quienes han decidido cargar sobre los trabajadores las consecuencias de sus fechorías. Quienes actúan en sentido contrario a lo dictado por la justicia, se justifican: “No hay dinero”, dicen. Y, como si ellos no fueran responsables, cínicamente añaden que prefieren cerrar la televisión antes que colegios y hospitales. Proceden como si la ruina fuera por la Radio Televisión Valenciana;  como si nada tuvieran que ver el dispendio en proyectos faraónicos o la acumulación de fraudes, cohechos y malversaciones. Los valencianos, vía índices de audiencia, ya le habían dado la espalda a Canal 9 aunque, con sus votos, avalaran el despilfarro y la corrupción.

Perdonen que no me sume al coro lacrimógeno por el cierre de la tele valenciana del PP. Perdonen que no escriba contra ese ultraje a la libertad de expresión: no todos los cierres suponen una amenaza. Escribo para solidarizarme con los despedidos, aunque el ataque de dignidad y el despertar de la conciencia, mejor antes que ahora. Si con las primeras manipulaciones hubieran alzado la voz; si con los primeros derroches hubieran hecho denuncia pública; si con los primeros despidos o abandonos, hubieran entendido el término solidaridad, puede que corrieran la misma suerte pero tendrían la tranquilidad de haber hecho lo que debían.

La hemeroteca es testigo. Resulta fácil encontrar referencias a una RTVV partidista y manipuladora. Con la televisión hicieron lo mismo que con la Comunidad: saquearla. Lo peor; nadie puede sentirse sorprendido. Todo se hacía a la luz del día, se publicitaba y televisaba; el electorado, mirando la luna, bendecía el pillaje. En cualquier caso, fastidia que los responsables ni sean juzgados ni paguen por ello. Cuesta pensar que el cierre de un medio sectario y propagandístico suponga un ataque al derecho a la información y a la libertad de expresión; si con el mando de la TV pudiéramos acceder a varías “Intereconomías” y muchas “13tv“, ¿tendríamos más libertad?, ¿mejor información?

Dos consideraciones finales. Con el cierre de Canal Nou se incumple la sentencia judicial. De no poder responder al coste de la sentencia, lo coherente hubiera sido convocar elecciones para que una nueva cámara legislara y garantizara un servicio público de información y cohesión. Por otra parte, periodistas, trabajadores y ciudadanos en general, ya sabemos que los primeros en sufrir las consecuencias de los dispendios económicos y pillajes, no serán quienes planifican el atraco sino quienes obedecen y se convierten en cómplices necesarios. La crisis está sirviendo para fundir a negro la democracia y a la sociedad civil.

Es lunes, escribo y escucho a:

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