Desde hace meses tengo la sensación de que Ciudadanos se dedica a decir lo que la gente quiere escuchar, sobre todo en lo relativo al proceso separatista en Cataluña. Ahí está el ejemplo de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, durante muchas semanas Albert Rivera y su partido se mostraron en contra de aplicar este precepto constitucional y luego, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy requirió a Puigdemont empezaron a exigir su aplicación, ¡cuándo ya se estaba aplicando!
Y volviendo a lo que ha motivado este artículo, ayer el gran Luis del Pino destacaba en Twitter esas “disfunciones” en Ciudadanos, tomando como ejemplo la designación de Francesc de Carreras para cerrar la lista por Barcelona, cuando hace unos días proponía, junto a otros Catedráticos, una reforma de la Constitución que otorgue más poder a las autonomías y reconozca la “singularidad catalana”. Y digo yo, ¿no estaba Ciudadanos contra todo eso?
Estas cosas, y otras muchas más, son las que me llaman la atención y me descolocan de Ciudadanos, estas son las cosas que me llevan a pensar que Albert Rivera y su gente actúan según les interese y dicen lo que la gente quiere escuchar. Y es verdad que eso lo saben hacer muy bien.