Dirán sí, siempre. Tratarán de parecer enfadados, pero justificarán los incumplimientos de su acuerdo con el PP, porque para ellos, ya lo han dicho, lo importante es que este país se ponga en marcha, como sea, cumpliendo o no, eso sí, con el PP a la cabeza.
Les han chuleado en el techo de gasto, les han chuleado con el acuerdo de cobrar el 10% a los amnistiados por Montoro, les han chuleado al subir los impuestos, les chulean con la corrupción y bajan el listón, les siguen y seguirán chuleando. El PP ha dicho que prefiere como socio al PSOE, pero ellos, los chicos de Ciudadanos no van a cejar en ayudar al PP, entre otras cosas, porque ellos son un apéndice del partido de Rajoy, son sus cuñaos. Acaban de decir que aprobarán los presupuestos con el PP. Y, cualquier persona les podría preguntar: ¿No se trataba de ayudar al PP si se cumplía un pacto que no se está cumpliendo? ¿Por qué entonces firmar un pacto, para aceptar luego lo contrario?
No hay trampa ni cartón, día a día demuestran lo que son. Trepas que terminarán en las filas peperas, y si no al tiempo. Su partido les está sirviendo de catapulta para que su gente más colocada termine con un puestecito dado por el PP. Algunos, como el tal Cantó ya conoce el camino y verán como lo seguirá haciendo, en el momento que Ciudadanos haga agua. Ese es su fin. Ayudar a su señor Rajoy. De vez en cuando disimulan, pero ahí están. Ya verán como --independientemente de que el PSOE apruebe los presupuestos con el PP— ellos seguirán dándoles sus votos, y el PP cuenta con ello, sabe que son sus monaguillos.
En definitiva, la gran coalición, el bipartidismo casposo –algunos le llaman imperfecto, pero si contamos con que C’s es también el PP, sigue siendo el mismo— quiere seguir al mando. Y aunque ha empezado una nueva etapa, siguen en el machito. Esperemos que por poco tiempo. Unidos Podemos y las izquierdas nacionalistas deben seguir combatiendo para acabar de una vez con esa caspa política que tanto daño hace a las clases populares.
Coraje popular contra el inmovilismo y el conservadurismo de este bipartidismo. Esto es lo que se necesita. Ni más ni menos. Hay que ir ganando espacios dentro y fuera del parlamento para conseguir alianzas capaces de hacer cambiar las políticas sociales y territoriales que nos quieren seguir imponiendo. En el Parlamento, en la calle, en todos los ámbitos, hay que seguir luchando. Es la única forma de que podamos resistir y revertir las políticas que han convertido a este país en un ejemplo de desigualdad y corrupción. Y no olvidemos que Rivera y sus muchachos son también parte del problema, que no engañen a nadie.
Salud y República