Las fuentes consultadas de ambos partidos coinciden en destacar que están abrumados por la avalancha de nuevos inscritos, muchos de los cuales escapan de los grandes partidos porque allí huelen a derrota en las próximas elecciones y quieren posicionarse entre los ganadores. Aseguran que los que llegan están siendo analizados, pero que el proceso de filtrado es necesariamente complejo y lento.
Llegan frustrados y en apariencia decepcionados por la corrupción y las traiciones y carencias de los viejos partidos y muchos de ellos afirman que echan de manos patriotismo y decencia, pero los dirigentes de VOX y Ciudadanos sospechan que muchos llegan únicamente para vivir de los presupuestos y alcanzar dinero, cargos públicos y privilegios.
En ambos partidos emergentes reconocen que los viejos partidos, PSOE y PP, se han convertido en cubículos donde acuden corruptos y oportunistas de todos los pelajes, atraídos por la política, que en España es el oficio menos exigente y mejor remunerado, especialmente atractivo para mediocres que nunca prosperarían en la sociedad y los mercados libres.
Los más recientes sondeos reflejan lo lógico cuando hay un cambio de gobierno, que el partido gobernante crece, pero estas encuestas, dominadas por el olor a poder y la euforia del triunfo, carecen de credibilidad y habrá que esperar al otoño para obtener datos fiables sobre el futuro del bipartidismo y el fenómenos creciente de Ciudadanos y VOX, dos partidos altamente beneficiados por el rechazo generalizado al gobierno de Rajoy.
Francisco Rubiales