No hace mucho tiempo sonaba en mi casa una canción, que si bien no era la que podríamos decir casara con mis gustos musicales, si suscitó mi atención. Se trataba de la voz de todo un símbolo nacional, la ya tristemente desaparecida Cesária Évora.
Ahora curiosamente escucho a “la diva de los pies descalzos” de vez en cuando, así como a otros fantásticos embajadores de la música caboverdiana.
El archipiélago de Cabo Verde es una antigua colonia portuguesa que se encuentra frente a las costas de Senegal y a poco más de 1.600 kilómetros de distancia de Las Palmas de Gran Canaria.
El país está compuesto de diez islas y cinco islotes de origen volcánico, la de mayor tamaño es la de Santiago, donde se ubica la capital Praia, la cual tiene una superficie de casi mil kilómetros cuadrados, equiparable a lo que tiene Hong Kong, mientras que la isla más pequeña y poblada es Brava con 67 kilómetros cuadrados, igual que el litoral de Formentera, y un número de habitantes de casi 7.000.
Son varios los aeropuertos internacionales, entre ellos el que lleva el nombre de la mencionada figura de la morna, que reciben pasajeros de diversos orígenes tanto africanos como europeos e incluso americanos, siendo el conocido como Amílcar Cabral el aeródromo principal del país. Se ubica en la isla de Sal, un destino muy solicitado por los amantes de los deportes acuáticos, al igual que la vecina Boa Vista. Lugares donde disfrutar de playas con arena blanca y sol sin tener que soportar el temido turismo de masas. Apunte para los surfistas, de diciembre a febrero suele ser el mejor momento para encontrar buenas olas en las costas de estas islas.
La riqueza del archipiélago se explica en gran parte por sus variopintos paisajes. Volcanes, salinas, dunas y valles exuberantes de vegetación junto a fabulosos picos desde los cuales disfrutar de una privilegiada panorámica, son algunas de las postales que esta zona del Atlántico nos deja ver. También conviene señalar una valiosísima diversidad en cuanto a influencias africanas, sudamericanas y europeas. Y ello se ve plasmado en la música, en la gastronomía, en la arquitectura, etc.
Una de las principales ventajas que ofrece Cabo Verde es su climatología, pues su clima seco- tropical sahariano la convierte en un lugar exento de precipitaciones (normalmente las pocas que hay son de Agosto a Octubre y en invierno en los puntos que superan los 600-700 metros de altitud en islas montañosas como Santo Antão) y con temperaturas estables entre los 20 y 30 grados, según la época del año que sea.
Si tu intención es desplazarte entre islas y lo piensas hacer en avión, TACV (Transportes aéreos de Cabo Verde), es la compañía que surca los cielos del territorio volando a siete de las ínsulas. También, esta aerolínea ofrece rutas internacionales, conectando la nación africana con Lisboa, Ámsterdam, Dakar, París y Fortaleza. TAP, TUlfly, Binter Canarias y Transavia son algunas de las otras compañías que operan con destino o salida a la zona más sureña de Macaronesia.
Haciendo una breve inmersión por cada una de las islas, habría que destacar lo siguiente:
Santo Antão: Es la isla más septentrional y la más montañosa de Cabo Verde. Resulta ser un gran destino para la práctica del senderismo y la observación de paisajes inigualables conformados por gargantas y acantilados. A día de hoy sólo se puede llegar en ferry al puerto de Porto Novo. Es desde aquí donde empieza una carretera no apta para los temerosos a los desniveles, tramo que llega hasta Ribeira Grande.
São Vicente: Su capital es Mindelo, la ciudad que vio nacer a la reina de la morna, hablamos de Cesária Évora. La música y la agenda cultural se concentran en esta ciudad, la cual presume no sólo de la ambientación nocturna entorno a la Plaza Nueva y alrededores, también de los eventos singulares tales como el Carnaval, quizás la cita más esperada por todos los caboverdianos y visitantes, fiel reflejo del brasileño. Anota febrero en el calendario, fecha en la cual vivir la magia de este colorido y alegre festejo, el cual resulta toda una gratísima experiencia. Y no dejes de subir al Monte Cara, desde el cual podrás disfrutar de una vista excepcional. Su nombre se debe a la similitud de un rostro humano, el cual parece estar observando el cielo.
Santa Luzia: Isla deshabitada, es Reserva Natural y alberga muchas especies endémicas. El acceso está restringido a fines científicos.
São Nicolau: Una ínsula muy tranquila, perfecta para las rutas a pie por el Parque Nacional de Monte Gordo y para la pesca del marlín azul. La rotcha scribida, una serie de formaciones rocosas con dibujos, resulta ser un extraño reclamo que suele gustar mucho al visitante por el misterio que ello encierra.
Sal: Su nombre no es casualidad; y es que la industria de la sal ha sido parte importante de la actividad económica de la isla. Pedra de Lume es un espacio protegido, frontera francesa ficticia en su día con moneda propia, y que acoge a día de hoy una villa en proceso de desaparición. Las salinas, que allí se asientan sobre el cráter de un antiguo volcán, abastecen el consumo doméstico y son un importantísimo reclamo turístico. Hoy en día Sal es sinónimo de magníficas playas, especialmente la de Santa María, y efectivamente es el paraíso escondido para aquellos que disfrutan de los deportes acuáticos.
Boa Vista: Otra isla muy aceptada entre los turistas de sol y playa. Las aguas de color azul turquesa son perfectas para el buceo. En sus profundidades se han llegado a encontrar restos de 40 navíos. Las dunas ejercen un fuerte polo de atracción de visitantes curiosos por los paisajes sorprendentes.
Maio: Allí se respira paz y todo aquel que pise su suelo va a sentir que en cierto modo el tiempo parece avanzar a paso muy lento. Hay una buena cantidad de playas vírgenes que nada tienen que envidiar a las de Boa Vista y Sal.
Santiago: La isla más grande y más poblada de Cabo Verde alberga la actual capital, Praia, así como la antigüa, Cidade Velha (Ribeira Grande). Se dice que es esta ínsula la más genuinamente africana. Como sucede en Mindelo, Praia es el otro centro cultural y musical en particular, contando con buena cantidad de bares y discotecas donde los ritmos locales nunca cesarán. Los principales lugares de interés son el Parque Natural Serra Malagueta, la playa de Tarrafal, la villa de Assomada (popular por su mercado), el casco viejo de la capital, y sin duda Cidade Velha, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2009. Allí hay una serie de puntos realmente atractivos, a destacar; el Fuerte Real de San Felipe, el Convento de San Francisco, la Catedral de Sé, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
Fogo: Su nombre va ligado a su actividad volcánica, aún frenética. El Pico do Fogo domina esta isla de aspecto lunar desde casi 3.000 metros. El Parque Natural que lleva el mismo nombre, la rica gastronomía local y los soberbios vinos elaborados con la uva que de aquellas tierras brotan, representan los principales activos más demandados por los visitantes.
Brava: Un verdadero remanso de paz caracteriza a esta pequeña y agradable ínsula de menos de 7.000 habitantes. Merece la pena pasear por el pueblo de Nova Sintra, rico en arquitectura colonial y donde aún suenan los ecos de uno de los grandes poetas y compositores de las mornas caboverdianas más populares, este es Eugénio de Paula Tavares. Brava es un buen lugar donde hacer rutas a pie y sencillamente desconectar del ajetreado mundo en el que solemos vivir.
Tras este pequeño desglose del archipiélago; y antes de citar los grandes intérpretes de la música de Cabo Verde, así como de la agenda de eventos relacionada, quisiera dejar un par de apuntes sobre la gastronomía de este país.
Ésta es una de las cocinas más apreciadas del continente dada su singularidad; por una parte está el sello incuestionable de la gastronomía lusa, y por otro lado, el componente autóctono, es decir, el sabor más africano posible.
Los platos que allí podemos encontrarnos son Cachupa (estofado con maíz, alubias y pescado o carne), caldo de peixe (pescado), Molho de Capoide (cabrito con patatas, plátano, tomates y yuca), el pastel con el diablo dentro (una masa de patata cocida y que contiene atún, cebolla y tomate) y Canja de Galinha (caldo de gallina con arroz).
Y ya entrando en el terreno musical, conviene citar que Cabo Verde es uno de los países que más vive la música. Los conciertos improvisados en vivo y los festivales en torno a lo que los griegos calificaban como el arte de las musas son sencillamente espectaculares.
El festival internacional que se celebra anualmente en Agosto en el municipio de Baía das Gatas, en la isla de São Vicente, y que lleva el mismo nombre de la citada localidad sorprenderá a más de uno por el buen ambiente y la exquisita elección de formaciones musicales.
El 24 de Junio, día de San Juan, es la fiesta grande en São Nicolau, cuando el sonido de los tambores impera en un ambiente mágico. Además es esta isla donde todos se apuntan a la mazurka, un género de contradanza con raíces europeas, de hecho en sus orígenes era un baile de salón entre la población noble en Polonia. Haz clic en el siguiente enlace y verás en un vídeo como los são nicolaenses lo bailan.
El festival de Santa María en Sal dura un par de días en el mes de Septiembre y es un buen plan para presenciar conciertos en directo y degustar la cocina local en los chiringuitos habilitados para la ocasión. Sin salir de la isla, y algunas semanas antes bajo el certamen de Nuestra Señora de la Piedad hay varias actuaciones y competiciones de natación.
Trasladándonos a Santiago y concretamente a la bahía de San Francisco, en el mes de mayo tiene lugar el festival Gamboa. En junio suelen celebrarse los actos conmemorativos por la liberación de esclavos en la villa de Assomada.
Lo cierto es que la música caboverdiana es una sabia combinación de las raíces musicales locales, portuguesas, de algunos rincones de Europa, brasileñas e incluso con origen de las Antillas (como pasa con el estilo zouk).
Los más brillantes intérpretes de morna y coladeira llevan el nombre, aparte de la ilustre de Cesária Évora, de los también magníficos Tito Paris, Teófilo Chantre, Ildo Lobo, Nancy Vieira y Adriano Gonçalves entre otros. Actualmente, una de las artistas que suena mucho, y que personalmente me gusta escuchar mientras que trabajo es Maria de Lurdes Pina Assunção, conocida como Lura.
Cabo Verde, un archipiélago amable con el turista, donde el ecoturismo, la gastronomía, la cultura, la amplia oferta de deportes acuáticos, la música, la historia, las playas de arenas blancas y finas…….son razones de peso para ir al menos una vez a una o por qué no a todas sus islas.