Ciudades malditas, amores manuales

Publicado el 23 julio 2012 por Carmen
CANDY CITY de ALBERTO LÓPEZ AROCA

Título: Candy City
Autor: Alberto López Aroca
Ilustrador: Sergio Bleda
Editorial: Ilarión
PVP.: 14,00 €
Pgs.: 212
ISBN: 978-84-938024-1-7
No hace demasiado pasaba por este blog otra obra de Alberto López Aroca. En aquella ocasión se trataba de un pastiche sherlockiano, ahora Aroca nos traslada a los EEUU de principios de siglo, cuando la corrupción, los gángters, la necesidad de sobrevivir y las lealtades únicas y bidireccionales eran la única realidad para los tipos de los suburbios.Con el sonido de fondo de los mejores del género negro (Hammet, James Thompson...), el autor de Candy City crea una obra con un tempo magnífico, una trama que te mantiene siempre en tensión, unos diálogos concisos y precisos, y que resulta muy fácil de leer porque el autor se preocupa de que el lector no tenga que hacer un esfuerzo sobrenatural por seguir a los personajes. Todo lo contrario, la historia está lista para consumir.-Sin embargo, los amigos... los verdaderos amigos... ya sabrás a qué me refiero cuando seas mayor... los verdaderos amigos te ayudarán sin pedirte nada a cambio. Y ellos no tendrán tu sangre. No estarán obligados a nada. Lo que hagan, lo harán solo por ti. Porque te querrán. Y eso es hermoso, ¿no crees hijo?Esta intervención del padre de Thompson que, a primera vista, puede parecer insustancial, marca todo el recorrido de la novela, porque Jim es un tipo duro, no duda en matar al marido de su madre cuando sospecha que le ha dado una paliza; no duda en pegar a su novia por celos, o por ser el que tenga la última palabra; y lo que el protagonista tiene claro es que Louis, su incansable compañero de correrías, es al único al que le debe lealtad.Una fábrica de caramelos que se instala en la ciudad para salir de la pobreza, el contrabando de alcohol, la venganza, el ansia de poder y una chica que solo sirve para proyectar algo más la figura del protagonista, esto y una manera de narrar propia solo de quienes aman la literatura y se dedican a ella con todo, con el estómago, con la cabeza, con los genitales. 
Sin exageraciones, sin complejos, solo buena literatura.Con esta novela Alberto López Aroca reclama su derecho, por méritos propios, a estar entre los nombres importantes de la literatura española.
Y, sí, no está con una editorial de las llamadas: grandes.





 Título: Amor manualAutor: Ángel MuñozEditorial: TalenturaPVP.: 10,00 €Pgs.: 100ISBN: 9788493765989La primera vez que Ángel Muñoz me habló de su libro de poemas, Amor manual, pensé en lo único que podía pensar una cabeza como la mía: onanismo. Después, me di cuenta de que "manual" se refiere a aquello que se hace con las manos e imaginé a Ángel, con esa forma que tiene de ser construyendo amores como quien hace filigranas. Me sumergí en sus poemas, en estos poemas que se entrelazan para no dejar ni un resquicio entre los amores que conforman nuestra existencia: el fraterno, el de la amistad, el paterno y materno y, por supuesto, el carnal.El libro se divide en tres partes: "remotas periferias", "adyacente" y "cuando tú", todo prologado por Alejandro Céspedes y epilogado por José Naveiras.Desde el principio "Esmerarse en el aliento/ de ilusiones pueriles", Ángel avisa de que no vamos a quedarnos en un presente insustancial por la falta de perspectiva o expectativas, sino que vamos a iniciar un viaje a todos los estratos del hombre que es ahora, pero que se construye con el ayer y con el mañana.Dice Alejandro Céspedes: "las palabras heredan orfandad de las ideas y todo lo que es huérfano es susceptible de ser adoptado." Y, sí, es fácil adoptar los versos de Muñoz porque son maleables, juegan con el subconsciente colectivo y rememora imágenes que todos hemos vivido, aunque el cuerpo conductor sea otro: "Una ducha en mitad del patio/ y prestar el cuerpo a la suerte./ Caserío de chicharras violinistas." A la tradición, a la vuelta a los campos de Castilla, o los olivos, o la tierra que sustenta a las mujeres que dan el pecho a niños lactantes que un día se irán para ser hombres lejos y encontrar el amor en una mujer que se bebe el asfalto, Ángel Muñoz une la deconstrucción de la forma sabida, de la sintaxis de siempre: "Los gemidos pastaban/ en el intento por huir/cuando los padres de repente."Escribe Naveiras en el epílogo: "Después de tropezar con el amor, el de verdad, que no el amor verdadero que los cursis y relamidos tratan siempre de describir." Es decir, el amor que se mancha las manos, el amor que no es perfecto, el que sucumbe ante una cama nueva y su hunde ante el dolor de una madre.Ángel Muñoz no es un poeta perfecto, ni falta que le hace. A Ángel Muñoz se le nota el defecto, se ve dónde pierde la fuerza y dónde su voz es capaz de derrumbar muros. Pero es, precisamente ahí, en su debilidad, donde a Ángel Muñoz se le ve la grandeza. Como lo fue de los grandes, como lo será por siempre.SEIS AUTORES PARA ESTE VERANO
Desde Letratlantica, antes del parón veraniego, queremos dar cinco nombres que nos han parecido importantes y con los que se puede pasar un buen verano. Perderse en las páginas de algunos de estos libros debiera ser una un deleite que todos hayamos compartido:María ZaragozaLos alemanes se vuelan la cabeza por amor, Algaida, 2012
Cristina FallarásÚtimos días en el puesto del Este, DVD ediciones, 2012
Alberto López ArocaCandy City, Ilarión, 2012Estudio en esmeralda, Ilarión, 2012Toni HillLos buenos suicidas, Debolsillo, 2012Ana ColcheroLos hijos del tiempo, La esfera de los libros, 2012

Marcelo Luján
Moravia, El Aleph, 2012