¡¡Hola a todos!! Ummm... este es un fin de semana largo para los madrileños... un fin de semana que Almu y yo hemos decidido disfrutar a tope ¡¡no haciendo nada!! Literalmente... nada de recados, pendientes, compras o gestiones... nada de planes programados, nada de citas concertadas, ni de menús, o retos complicados... ¡¡nada de nada!!.
Queremos disfrutar de dormir, leer, ver series, hacer manualidades, salir a pasear por horas, acurrucarnos a la hora de la siesta y sobre todo... pues eso, ¡¡no hacer nada!! Andar por casa en calcetines, hacer un pie de manzana, llevar flores a la Almudena y visitar a Leti para chismear... en eso van a consistir estos días, ¿qué os parece el plan?
La verdad es que lo necesitamos... está siendo un otoño un poco agotador... nos hemos metido de lleno en reformas en casa... reformas de tirar la mitad y ordenar la otra mitad, de cambiar lámparas, ordenar armarios, pintar todo de nuevo de arriba a abajo y quitar esas viejas estanterias modulares de fornica tan feas pero que por costumbre ahí tienes desde tiempos inmemoriales... conclusión: como dice mi hermana, las semanas sólo sirven para descansar para la borágine de actividades del fin de semana, jejeje...
Una de las cosas que pienso hacer este finde, sí o sí... ya que lo estoy haciendo todas las semanas... es sopa... sip, sopa... y diréis, "¿anda qué lista? ¿y qué? pues bien por ella!!", jejeje... pero lo que no sabéis es que si esto lo estuviera leyendo mi padre, por poner un ejemplo, levantaría las cejas hasta el techo y diría... "no creo"... porque aquí donde me veis señoras y señores... toda mi vida he tenido un segundo nombre... y ese ha sido ... ¡¡Mafalda!!.
Sip, esa Mafalda que odiaba la sopa, que la dejaba fría en el plato, que ponía tales caras de asco que quitaba el apetito a los demás.... sip, esa Mafalda, jejejeje...
La sopa ha sido otra espinita que me he ido quitando poco a poco... gracias a cocinar yo... y gracias... todo hay que decirlo a la dieta.
No voy a repetir el tema de la dieta que ya os tengo hartitos de ella, jejeje... sólo deciros que Almu y yo seguimos con ella... se ha convertido más en un hábito, que era lo que se pretendía, que en un acto consciente de perder peso... ahora, en vez de andar liada pensando qué cocinar y luego estando horas enteras preparando recetas muy laboriosas solemos cenar un cuenco hermoso de sopa y punto pelota... completo, calentito y saciante...
Mi truco... ¡¡no es sopa monda y lironda de fideos!! Hombre, no... con eso estaría canina a las 3 de la mañana, jejeje... no... estoy aprendiendo multitud de cremas, sopas y purés que sacian un montón, entonan el cuerpo y que son completísimas... porque añadiendo un poco de verdura, carne/pescado y algún hidrato tienes un plato completísimo sin tener que matarte cocinando ni consumiendo calorías inútiles... y ese es el truco, jejeje...
La de hoy es uno de mis últimos descubrimientos... vale que había oído hablar de esta sopa de Nueva Inglaterra muchas veces... de la sopa de los pescadores de Massachusetts, la crema elitista jejeje... sin embargo eso de mezclar patatas y almejas me tiraba (y mucho) para atrás... sin embargo viendo la receta que preparó Matthew Scott en su programa de cocina americana en Canal Cocina que parecía apetitosa y muy rica decidí lanzarme y probarla... a ver qué tal... ¡¡nos encantó!! Muy, muy rica, espesa, cremosa, de sabor suave y ligeramente dulce por la patata y el maíz... un poco saladito por el baicon y las almejas... ¡¡muy completa!!.
Así que aquí os traigo mi descubrimiento, jejeje... os animo mucho a probarla porque os sorprenderá... no necesitáis muchas almeja, así que tranquilos que el precio del plato no se encarecerá mucho... al tener tantos tropezones la verdad es que es un plato único tranquilamente... y si tenéis por ahí a alguien que sea de los que se quedan con hambre os recomiendo un truco... servir la sopa en boles de pan, que he visto que también es muy típico... jejeje... a lo tonto y mojando pan seguro que no se queda con hambre.
Os dejo aquí la receta... con la que quiero además participar en la iniciativa de Cristina y su blog Le bon vivant por inspiración de Zorra y su blog Kotchtopf en "La quinta esencia del otoño".
Ingredientes para 4 personas:
- 24 almejas más o menos
- Chorro de vino blanco
- Un par de cucharadas de aceite
- 1 tira gordita de baicon que partimos en trozos un poco hermosos (más grandes que los trocitos que compramos ya pre-cortados normalmente... queremos que se vea y que se pueda morder)
- 1 cebolla
- 2 patatas
- 2 cucharadas de harina
- Tomillo fresco o seco, lo que tengáis a mano
- 1 taza del caldo que sueltan las almejas (si no os llega completar con caldo de pescado)
- 2 tazas de leche
- 1 taza de nata para cocinar
- 1 lata pequeña de maíz
- Sal y pimienta
Modo de hacerlo:
1. Comenzamos poniendo las almejas en un bol con agua y un buen puñado de sal y dejándolas que suelten su arena al menos media hora.
2. Pasado ese tiempo las colamos y escurrimos bien (IMPORTANTE: reservando el caldo y pasándolo por un chino fino para que la arenilla de las almejas se quede en él) y las colocamos en una cazuela grandecita con un chorro de vino blanco, tapamos y llevamos al fuego... de forma que entre 5 y 8 minutos después se nos habrán abierto las almejas.
3. Retiramos de la cazuela, en esta misma vertemos un par de cucharadas de aceite y el baicon, y dejamos que éste se vaya dorando.
4. Mientras, con cuidado de no quemarnos los dedos retiramos la almeja de su concha y reservamos a parte.
5. Una vez el baicon esté bien crujiente y dorado incorporamos la cebolla picada bien menudo... para después no encontrarnos grandes trozos de cebolla... pensar que todos estos tropezones van a estar en nuestro plato.
6. Pasados 5 minutos y cuando la cebolla haya cogido color añadimos la harina y mezclamos muy bien, dejamos que se cocine un par de minutos y agregamos el tomillo y los líquidos que habremos mezclado en una jarra a parte... el caldo de cocción de las almejas, la leche y la nata.
7. Una vez incorporados los líquidos añadimos la patata cortada en cubos medianos... suficiente para un bocado pero sin ser tan minúsculos que se deshagan en la sopa.
9. Yo la sirvo bien caliente con unos panes tostados y espolvoreada con perejil.
Os aseguro que es un plato de lujo... rico, completo, calentito y diferente.
Espero que os animéis a prepararlo y me contéis qué tal...
Yo por hoy me despido, os mando un beso enorme y os deseo un buen fin de semana!!! Luz.