Clara campoamor

Publicado el 04 julio 2010 por Carm9n @Carmenyamigos

A raíz de la entrada “Las primeras luchas”, un lector de este blog recordaba a Clara Campoamor y su importante labor sufragista en España. El día 30 de este mes se cumplirán 38 años de su fallecimiento; es una buena ocasión para recordarla.
A Clara Campoamor le debemos nada menos que el sufragio universal. Hoy nos parece inadmisible otro tipo de sufragio restringido, pero para ello es preciso que las mujeres tengan los mismos derechos electorales que los hombres, ¿verdad? Y esta igualdad hubo que lucharla. Aquí en España esa lucha la peleó una persona totalmente sola, Clara Campoamor.
Hija de un contable y una modista, nace en Madrid el 12 de febrero de 1888, en el popular barrio de Maravillas (hoy, Malasaña). Su familia es humilde; los recursos económicos proceden del trabajo de su padre en un periódico madrileño, y de los de su madre y abuela materna.
Huérfana de padre a temprana edad tiene que abandonar los estudios y ponerse a trabajar con 13 años, ayudando a su madre como modista. Es más tarde dependienta de comercio, y en 1909 obtiene una plaza de funcionaria en el cuerpo auxiliar de Telégrafos. En 1914, se presenta y obtiene una plaza en unas oposiciones para profesora en las Escuelas de Adultos. Simultanea este trabajo como educadora con el de secretaria del diario "La Tribuna". En 1924, con treinta y seis años, acaba sus estudios de Derecho en la Universidad de Madrid, y un año más tarde es nombrada miembro del colegio de Abogados, fecha en la que inicia sus actividades políticas.
Desde ese momento se manifiesta como una luchadora infatigable por la igualdad de derechos, defendiendo el sufragio femenino y promoviendo la primera ley del divorcio. Es una de las tres primeras mujeres, junto a Margarita Nelken y Victoria Kent, que obtiene un escaño.
Se acerca a los socialistas aunque ella no es socialista y, además, no está de acuerdo con la colaboración del Partido Socialista con la dictadura de Primo de Rivera. En 1930 un periódico le pregunta sobre sus ideas políticas y contesta:
"República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos."
Su posición claramente favorable al derecho al voto de la mujer hizo que se enfrentara incluso a sus compañeros de partido. Ni siquiera Margarita Nelken y Victoria Kent la apoyaron cuando lo defendió en el Parlamento, en 1931. La izquierda, con alguna excepción, no quería que la mujer votase porque se suponía que estaba más influida por la Iglesia e iba a favorecer a las derechas. Estas tampoco lo querían pero lo apoyaban porque creían que les podía favorecer. A pesar de todo, Clara Campoamor consiguió que se aprobara.
"Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el Derecho Natural, el Derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo...."
(Congreso de Diputados, 1 de octubre de 1931)
Las elecciones de 1933 fueron las primeras con sufragio universal en España, pero en ellas Clara Campoamor no consiguió mantener su escaño. En 1936 tampoco pudo ser candidata en las elecciones que ganó el Frente Popular.
Tras el golpe militar de 1936, se exilió en Francia, Buenos Aires y posteriormente se radicó en Suiza, donde ejerció la abogacía, y permaneció hasta su muerte en Lausanne en 1972, ya que el régimen franquista nunca le permitió regresar a España.