Clase de Cocina en la Bahía de Halong o cómo preparar Rollitos Vietnamitas

Por Atableconcarmen @atableconcarmen

 
 
Navegar por la Bahía de Halong, donde un dragón dormido, al cuál sólo se le ven sus crestas en forma de rocas, descansa, ha sido uno de mis más fuertes deseos viajeros.
 
Al fin, el sueño se cumplió.
 
A bordo de un junco de estilo colonial nos adentramos en la bahía, en ese laberinto de rocas deshabitadas, rodeadas de un halo de misterio y leyenda.
  

  
Quizás la niebla que las medio esconde en la distancia, quizás los mitos, las historias, todo lo que he leido sobre ella, sobre barcos extraviados y marineros que no supieron encontrar la salida, quizás todo esto contribuye a aumentar la leyenda. En mi cabeza la imagen de la película Indochina, con Catherine Deneuve, de espaldas, de negro, en la cubierta de un barco, observando el mar de China.
  

 
Desde la terraza de nuestro camarote, desde la cubierta superior, no me canso de mirar a uno y otro lado, no me harto de tener esta visión de mis retinas. Grandiosa y caprichosa la naturaleza.
  

  
Durante nuestra singladura, que se me hace extremadamente corta, realizamos diferentes visitas: una pequeña playa en la isla de Tip Top, una gruta llamada de las Maravillas, Hang Dau Go, una pequeña montaña con mirador en lo alto, otra gruta ... Nada que pueda superar al simple paisaje, a la sensación de formar parte de él, a ese Mar de China, hoy tranquilo, salpicado por miles de rocas, por la neblina, por el ruido del agua al golpetear el junco.
 
 
 
    
Al anochecer, con esas últimas luces que da la tarde y las primeras de la noche, todavía más bello. ¿Es posible? Sí, lo es. Las suaves luces de los barcos en el mar simulan a las velas que se depositan a modo de ofrenda en los lagos sagrados. Algo mágico allí sucede.
  

  
Estoy sumida en mis pensamientos cuando nos avisan que va a comenzar la clase de cocina. Aprenderemos a realizar los verdaderos Rollitos Vietnamitas.
El chef, tras explicar cómo hacerlo y montar el primero de los rollitos, solicita nuestra colaboración. sobra decir que aproveché la ocasión para aprender la técnica, no es difícil.
  
  
  
Como no podría ser de otra forma, comparto la receta y lo que aprendí con vosotros.
Ingredientes (Aprox. 10 personas):
Relleno:
  • 500 gr. de Carne de cerdo picada y salteada
  • 150 gr. de Zanahoria rallada
  • 2 Huevos batidos (para untar las obleas)
  • 50 gr. de Cebolla picada
  • 30 gr. de Chalota picada
  • 30 gr. de Champiñones picados
  • 30 gr. de Setas deshidratadas
  • 20 gr. de Ajo picado
  • Obleas de Papel de Arroz (20 - 30 unidades)
  • 50 gr. de hojas de coriandro y menta picadas
  • 20 ml. de Salsa de pescado
  • Sal y Pimienta
 Salsa:
  • 10 ml. de Salsa de Pescado
  • 50 ml. de Agua
  • Azúcar
  • Ajo picado
  • Zumo de medio limón
  • Coriandro, Menta y Chile picado
Elaboración:
  1. En un bol mezclar todos los ingredientes del relleno de los rollitos.
     
  2. Coger una oblea de arroz y humedecerla con ayuda de una servilleta mojada.
     
  3. Con una brocha confeccionada a partir de un tallo de Lemon Grass, untarla con huevo batido.
     
  4. Poner dos cucharadas de la mezcla de los ingredientes y envolver hasta la mitad de la oblea.
     
  5. Con ayuda de los dedos, presionar los extremos del rollito para que quede compacto y doblar los laterales de la oblea hacia dentro.
     
  6. Terminar de envolver el rollito y freir con aceite muy caliente.
      
  7. Preparar la salsa mezclando bien todos los ingredientes y sazonando al gusto.

  
 
  Todos participamos en esta clase de cocina y antes de cenar, a modo de aperitivo, probamos los rollitos que habíamos preparado. ¡Exquisitos!
  

  Pasamos un momento divertido que sirvió para intercambiar risas y conocer al resto de los 18 pasajeros que llevaba el junco.
 
A la hora de la cena, el chef nos preparó un delicioso menú que contenía alguna que otra curiosa combinación:
  • Ensalada de Mango con Escalopes frescos a la plancha
  • Velouté de Semillas de flor de loto con trocitos de Tofu crujiente
  • Gambas con patatas y Vinagreta de Balsámico y Pimienta
  • Paupiette de Ternera asada con risotto crujiente y emulsión de lemongrass
  • Y de postre: ¡Berenjena trufada de chocolate!
   
 
 
La velada en la Bahía de Halong fue maravillosa, yo quería alargarla más y más. Tiene algo de magnetismo que te engancha y no te deja escapar. No se ve, no sé que es, pero se siente una energía especial.
  
Lástima que este pequeño crucero termine al día siguiente, pero lo hemos disfrutado al máximo y hay que proseguir viaje.
  
Dejamos seguir durmiendo al Dragón con su cresta salpicando la bahía.
  
  

 
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