Clásico Disney 18: Merlín el Encantador (Wolfgang Reitherman, 1963)

Por Marinneri

El joven y enclenque Art trabaja como sirviente de su tío y escudero de su primo, dos clásicos caballeros del medievo inglés, el futuro de este joven no tiene otras expectativas que lavar platos hasta que llega al castillo un misterioso mago, Merlín, que tomará como pupilo a Art y le enseñará a vivir correctamente siguiendo unos peculiares métodos, todos ellos mágicos, por supuesto.Todo el mundo conoce la historia del Rey Arturo y su espada mágica, el mago Merlín, y todas sus aventuras con los caballeros de la mesa redonda, pero nadie había pensado como era de joven Arturo, quien era antes de tomar la espada Excalibur y arrancarla de la piedra, pues bien la factoría Disney en 1963, después de recuperar el estilo que la había hecho famosa, recuperó una de las más conocidas historias sobre magia y caballeros, y la revisionó para que el mundo redescubriera a los personajes lejos de aquellas películas de caballeros de principios de siglo.Una excelente forma de ver a los personajes, al igual que Merlín, que en lugar de ser un misterioso hechicero, es un agradable y simpático sabio, que utiliza su magia más para divertirse que no para hacer el mal o el bien. Lo curioso es que esta película tuvo tal trascendencia que durante mucho tiempo el imaginario sobre el mago Merlín paso de ser un druida a ser ese mago vestido de azul con un capirote a juego.Además esta película nos ha dejado escenas tan conocidas como los platos que se lavan solos en la cocina que se limpia ella misma, hasta la famosa lucha entre Merlín y su enemiga malvada, Madame Mim, en que ambos personajes se van convirtiendo en mil y un animales y seres fantásticos para vencer al adversario. Curiosamente, algunas escenas fueron reutilizadas en El libro de la selva.Tristemente, esta fue la última película que vio Walt Disney, ya que poco después murió, y no fue congelado como la leyenda urbana dice.Una excelente historia de aventuras y magia, que hará las delicias de los más pequeños, aunque estos tengan más de cincuenta años.Valoración: 4,5/5