Burt Bacharach ha sido demasiadas veces menospreciado, quizás por la pomposidad de sus arreglos, por sus melodías sedosas, y por cosas al fin y al cabo que no tienen nada que ver con la calidad de su música, que es gigante.
Esta mágica canción, que debo admitir que descubrí hace no demasiados años gracias a un anuncio de cerveza, es de las que te ponen melosón de inmediato, y te dan ganas de estar a solas con esa persona en una habitación de hotel y brindando con cava (y poca ropa a poder ser, ejejeje). Bella cante quien la cante.
En 1997, el gran Bacharach la regrabó junto a The Posies, grupo de otro mito del pop como el siempre perfecto Ken Stringfellow para la banda sonora de la olvidable y en algunos momentos dantesca película de Mike Myers, Austin Powers, que si algo tenía de bueno era la banda sonora.