El caso es que ante esta canción soy débil, simplemente me dejo llevar por su poderío, cosa que sumado a que fue escrita y producida por ese genio tarado que es Phil Spector, con su muro de sonido a cuestas, pues hace que me guste todavía más por estar presente ese toque personal.
Una instrumentación perfecta, unos coros y unos vientos perfectos y sobre todo la garganta de nuestra protagonista, hacen de este soul-rock una pieza indispensable en la historia de la música, y que a día de hoy sigue sonando moderna y atemporal como pocas.
En nuestro país, cosa que supe gracias a mi padre, se realizó una cover a la altura de las circunstancias a cargo de Lone Star, titulada Río Sin Fín, y en que la voz de Pedro Gené no desmerece para nada la contundencia de la original.ç