Tras la disolución de Los Brincos, Juan Pardo y Junior tuvieron una corta pero productiva carrera juntos, al margen del grupo, con canciones inolvidables (quizás gracias a Martes y Trece) como Anduriña, o esta La Caza.
Sonido de influencia británica total, y una canción de letra no excesivamente trascendente (como muchas de The Beatles), con una instrumentación rica, con unos vientos increibles y con unos coros inolvidables, hacen de este tema todo un clásico y una canción que a día de hoy aún la liaría parda en cualquier fiesta (o guateque) que se precie.
No hace muchos años, Lori Meyers hicieron una versión muy a la altura de la original, cosa que personalmente valoro positivamente del grupo, ya que siempre he creido que reivindicar a nuestros grupos clásicos nunca está de más, ya que no todo lo bueno era de fuera por esos tiempos.