Maruja Garrido, a quién el genio de Figueres, el único e irrepetible Salvador Dalí tenía como una de sus musas, contó con la inestimable ayuda del pintor en este delirante clip firmado por Valerio Lazarov (supongo que viéndolo no queda duda alguna de ello).
Una fiera escénica que destila garra y energía, (mucha más que el helicóptero, donde va a parar), en esta adaptación a ritmo de rumba frenética del Mon Homme popularizado por Mistinguett, que aquí obviamente pasó a decirse Mi Hombre, cosa que dice mucho a favor del traductor.
Seguro que aunque solamente sean 50 segundos nadie se va a quedar indiferente con tal cantidad de zooms por segundo, de locura y surrealismo, todo mezclado y bien agitado, como debe de ser. Que tengan ustedes un buen fin de semana...