No se me ha ocurrido ninguna mejor que La Chevecha de Palito Ortega, una canción que puede ser algo irritante por la forma que está cantada, pero si a pesar de eso fue éxito en este país, aparte de que nos deje un poco en evidencia, por algo será.
Se rumorea que nuestro protagonista la plagió de el mítico Chespirito, y se puede comprobar viendo la película Viruta y Capulina para comprobar que es previa, aunque claro, para el disimulo innecesario, se le añadieran varios párrafos.
Un clásico del despiporre, del rollo verbenero, y del beodismo más desproporcionado que no podía faltar en nuestra sección telúrica.