Antes, y por recopilatorios de baladones edulcorados varios no le había pillado el tranquillo, pero tras verla en los títulos del inicio de susodicho film, le encontré un poder evocador y un misterio que simplemente me atrapó.
Una canción inmensa con la que se antoja facilísimo desconectarte del universo, y que sorprendentemente en su época no tuve el éxito ni la repercusión que ha tenido a lo largo del tiempo.
Una himno de añoranza de lo que no se tiene o no se ha tenido, de amor total (no hay más que escuchar como se desgañita con los "i love yous"), en resumen, una de esas maravillas por las que no debería pasar el tiempo, y las radio-fórmulas de viejos éxitos de ayer y siempre deberían racionar para no joderla.