Una canción de amistad, o de petición de ella, que animaba cualquier guateque, que fue un éxito en varios rincones de este amplio mundo, y que aún a día de hoy sigue sonando igual de fresca y luminosa que entonces.
La de bailoteos que me habré pegado yo en la fiestas de mi pueblo a ritmo de esta canción (y de tantas de Tony Ronald). A ver si vamos reivindicando un poco más a nuestros mayores si eso...