Siempre me ha parecido uno de esos "temazos" que cantan las novicias en la iglesia con esa voz exagerada y estridente que hay para matarlas, pero aún así, por desgracia consigue el poder del pop, engancharse como una puñetera lapa. En fín...
En los 60 eran como una especie de colonia-secta que enviaban a jovenzuelos católicos de país en país (así a grandes rasgos) a estudiar, y les tocaba cantar en coro estos truñacos. No todo fue la década prodigiosa en esos tiempos como se puede comprobar.
Una letra absurda y delirante como de fin de curso en Lourdes, unos chic@s con una pinta por la que hoy les tacharían de hipsters, y por desgracia el reflejo de un tiempo y un país dominado por un dictador. ¿Precursores de Flors Mariae?, a saber...