Clásicos del cine contemporáneo…por César del Campo de Acuña
País: Reino Unido.
Año: 2013.
Duración: 106 minutos.
Género: Drama.
Guion: Jonathan Asser.
Reparto: Jack O’Connell, Ben Mendelsohn, Rupert Friend, Sam Spruell, David Ajala, Peter Ferdinando, Anthony Welsh, Ashley Chin, David Avery, Gershwyn Eustache Jnr, Paddy Rocks, Ryan McKenna y Mark Asante.
Música: –
Fotografía: Michael McDonough.
Montaje: Nick Emerson y Jake Roberts.
Diseño de producción: Tom McCullagh.
Dirección artistica: Gillian Devenney
Estreno en Reino Unido: 10 de octubre de 2013 (London Film Festival).
Estreno en España: 6 de octubre de 2014 (Sitges International Fantastic Film Festival).
Starred Up
La inmensa mayoría de los géneros cinematográficos se prestan a varias interpretaciones y no, no me refiero al tono sino a la intención de la propuesta. Pongamos por ejemplo el subgénero dramático carcelario, el cual a lo largo de su extensa historia ha visto estrenar desde grandes clásicos del cine como la francesa La evasión (Jacques Becker – 1960), clásicos de culto como Escoria (Alan Clarke – 1979) o las innumerables cintas de explotación protagonizadas por mujeres entre rejas. ¿Y donde encaja Convicto, noveno largometraje de David Mackenzie? Pues se cuelan entre los clásicos del género y los memorables films de culto gracias a plantear un drama interesante entre dos generaciones de criminales en el sórdido ambiente penitenciario.
La trama de esta intensa película gira entorno a Eric Love (un estupendo Jack O’Connell en su mejor papel desde ’71), un joven conflictivo trasladado prematuramente a un centro penitenciario donde se rencuentra con su padre (interpretado por un impresionante Ben Mendelsohn), un reo de larga duración el cual ha pasado tanto tiempo en prisión que podría ser confundido con parte del mobiliario que puebla la galería. El temor y respeto que infunde el viejo Love es desdeñado por su hijo el cual trata de adaptarse al nuevo entorno penitenciario a su manera. Tras un violento altercado con un preso y posteriormente con los guardias, el chico es empujado a una terapia penitenciaria donde tratara de encontrar cierta paz a su ira.
Sobre el frió blanco, el argumento puede resultar manido pero la realidad es que el acercamiento a esta idea no pretende explotar el factor de redención, ni la construcción de una relación paterno/filial entre el joven protagonista de la historia y el director de la terapia como hemos podido ver en películas similares. Convicto simplemente trata de reflejar la vida en la cárcel de una manera cruda y nerviosa apoyándose en las experiencias reales de su guionista Jonathan Asser como terapeuta penitenciario.
Sorprende la ausencia de música. Habitualmente, el aspecto sonoro se utiliza para enfatizar la acción o el drama y la ausencia del mismo en Convicto resulta casi metafórico. En un mundo sin libertad es probable que no exista la música y eso es lo que parece querer reflejar David Mackenzie con su dura aproximación al sistema penitenciario. El ritmo, su intensidad, dureza, nivel interpretativo y diseño de producción convierten a este film en un “algo más” dentro de este subgénero. Tanto si gustan como si no, de este tipo de cintas no se la pierdan pueden que viendo desde nuestra libertad lo que puede ser un mundo sin ella y lleno de ira les ayude a abrir los ojos.
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