Nos situamos: Versailes, Paris.
Dúo: Dunckel - Godin.
Nombre: AIR
Año: 1998
Nunca tan bien puesto el nombre a una banda: AIR.
Y Moon Safari, un disco con una corriente de aire permanente. Una fusión de sonidos oscuros, sensuales, efectos hi-fi, acuáticos, planetarios, ligados por las corrientes de pista de baile, melodías glamorosas de la música francesa de los años 60, música de películas de los 70...
En fin, una gran fondue a degustar.
La Femme d'Argent
Amanecer de un día soleado. Murmullos, percusión, teclados, el inicio de un paseo atemporal.
Sexy Boy
El Hit. Sus melodías sonarán en tus oídos lo que reste del día. Una base de una incipiente fuerza a lo largo de todo el track. Voces femeninas sensuales te acompañarán. Subí que te llevo.
All I Need
En los primeros 5sec (tintorería francesa!) su comienzo promete Lo que No Vendrá. Un punteo "tántrico" envuelto por la voz de Beth Hirsch. Una canción minimal.
Y sí...si alguna vez se podría caer en la playa con un par de amigos en una noche absolutamente estrellada, éste es el tema: base rítmica, sonidos espaciales. ¡Que bien hacen los sintetizadores!
Talismán
Estimo que el gran talismán de este track es todo lo que se puede decir sin decirlo: ausencia de la voz....la canción instrumental, climática.
Recordar
¿Canción tecnológica? ¿HiFi? Las voces no son voces, sino efectos digitales y más efectos y más....y cuántos van....el camino a una luz hipnótica. La digitalización de una gran canción.
You Make It Easy
¡Un chapuzón no es caída! Otra vez Beth Hirsch, quien hace de una bossa una canción de cuna. Los acordes del puente invitan a su voz a ponerle el moño. Sencillamente grandiosa.
Ce Matin La
Bienvenidos a los vientos, y el aire vuelve a correr.
New Star in the Sky (Chanson Pour Solal)
En este caso convierten los tonos y colores oscuros en una luz inconstante. Un track atmosférico, un trip tempo glamoroso.
Le Voyage de Penélope
Nunca las despedidas son agradables. El fin de un viaje incierto y discreto. El dúo no se queda sin los últimos riffs de guitarra, que demuestran que se puede hacer música al palo sin romper nada.
Una pena que haya discos como éste, globalizados dentro del bastardeado chillout. Hoy por hoy, un auténtico clásico.