Clasificación de los óvalos faciales

Por Alena Murillo @AlenaMurillo

   El estudio de las proporciones del rostro es muy importante a la hora de aplicar un maquillaje, hacerse un corte de pelo o de seleccionar los complementos de moda.  Antes de elegir un estilo debemos conocer nuestras características personales para escoger no sólo la opción que más nos gusta, sino también la que más nos favorece.

   Llamamos visagismo al conjunto de técnicas que se emplean para observar y rectificar las proporciones del rostro   Para poder realizar el estudio del rostro, se divide en tres zonas horizontales y dos verticales.  
   Se considera que un rostro tiene el canon ideal cuando las zonas en las que lo hemos dividido tienen la misma medida.

   Los tipos de rostro son los siguientes:


OVALADO   Se considera el canon de rostro perfecto.  La relación entre la altura y el ancho está equilibrada.  En general, la zona superior y la inferior son iguales, mientras que la media es ligeramente más larga. 



TRIÁNGULO INVERTIDO O CORAZÓN

   Se caracteriza por ser mucho más ancho en la parte superior que en la inferior.  La frentes es muy ancha en relación a la barbilla.  Se puede definir como terminado en punta.  Su longitud es armónica.



REDONDO

   Es un rostro más corto que el ovalado y que tiene menos marcada la estructura ósea.  Las facciones son suaves y redondeadas.



ALARGADO U OBLONGO

   Recibe el nombre de oblongo porque es como un óvalo alargado.  Predomina la medida vertical sobre la horizontal.



DIAMANTE O HEXAGONAL

   Se trata de un rostro muy anguloso con pómulos altos y maxilar proporcionado. Es más corto que el ovalado.  La parte más ancha corresponde a los pómulos, mientras que la frente y la mandíbula son de la misma anchura.



CUADRADO

   Es un rostro amplio. La frente y el maxilar de líneas cuadradas, tienen casi el mismo ancho que los pómulos.



TRIÁNGULO TRAPEZOIDE

   Se caracteriza por ser estrecho en la parte de la frente y de maxilar amplio. Este tipo de rostro puede tener una barbilla acentuada o, por el contrario, pequeña y recta.



   Hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas no tenemos una estructura que pueda encuadrarse totalmente en una de estas tipologías, sino que pueden aparecer combinadas en un mismo rostro.
   Esta clasificación sirve como base para poder reconocer nuestros rasgos más destacados y sacarles partido.