Cuando un portero marca gol tiene asegurados sus quince minutos de fama y un lugar preferente en la prensa deportiva, los aficionados celebrarán su valentía, los no aficionados disfrutarán con lo inusual de la situación y a un humilde servidor de ustedes le seguirán llevando los demonios. ¿Por qué me sienta tan mal ver a un portero tirar faltas? Porque si la pelotita no entra y pillan al equipo en paños menores, esa misma prensa deportiva apuñalará sin piedad al cancerbero, los aficionados dirán que era un riesgo innecesario y los no aficionados dirán que el portero era tonto de remate por intentarlo.
Claudio tuvo mucha suerte, el gol no fue un plástica parábola hacia la escuadra, el balón atravesó de churro la barrera, si la defensa llega a interceptar el tiro ahora la historia sería muy distinta y Bravo pasaría de héroe a villano ¡Basta ya de premiar la puntería! que un portero tire faltas es un riesgo innecesario se mire por donde se mire, para mí marque o no marque goles, el portero que hace eso es villano siempre, y no me pongáis los ejemplos de Chilavert, Ceni, o Higuita, porque además de meter goles también se han marcado unas cantadas de época.
Si algún día soy entrenador de porteros, jamás de los jamases un portero bajo mi tutela va a tirar un penalti, ni una falta, quizás en una situación desesperada le dejaría rematar un córner, pero eso de subir a chutar un tiro libre a mitad del partido y con empate a cero, eso no es una frivolidad es estupidez pura y dura.