Claves de sol: Boikot llora rabia

Publicado el 12 enero 2013 por Ruta42 @ruta42

El tiempo pasa, pero a veces se puede quedar congelado. El grupo que traemos hoy es un claro ejemplo de ello. Boikot, que ha alcanzado ya sus propias bodas de plata, ha debido de tomar algún tipo de pócima que les permita no envejecer. Y como mejor prueba de ello, ha llegado a nuestros oídos “Lágrimas de rabia”, el último trabajo del grupo, que nos transporta mágicamente a los orígenes de Boikot, a su sonido más puro.

Boikot reivindica los derechos sociales, lucha por libertades, igualdades, habla de problemas que están en la calle, que escandalizan y, por qué no, también criminalizan. Quizás es por ello, que un grupo como este no pasará de moda siempre que la calle siga estando poblada por esa oscura fauna que, día a día, encabeza periódicos y abre telediarios.

Por ello, “Enloquecer” puede llegar a ser uno de los temas de este disco con mayor necesidad. El nacionalismo está enloqueciendo, como ellos bien dicen, a una convulsa situación política. Es por ello que deciden abarcar este tema desde un punto de vista conciliador, es decir, creyendo en la libertad del pueblo para poder elegir su propia situación.

Boikot (Imagen extraída de www.manerasdevivir.com)

Lágrimas de rabia”, canción que da nombre al disco, es la que más cala hondo, ya que versa sobre la necesidad de recordar siempre la memoria histórica de este país que tanto ha sabido luchar por sus derechos, para sembrar así una semilla que germinará en una nueva lucha por una libertad cada vez más limitada por una clase política empeñada en manejar a sus siervos, como bien se refleja en “Gasolina, vidrio y mecha”, que, por medio de unos instrumentos de viento magistralmente colocados, incita a una muy necesaria lucha o revolución.

El ska se hace mayúsculo en “Naita Na”, la canción más frenética de todo el disco, dirigida para todos aquellos cansados de peces gordos de las grandes multinacionales que han terminado con todo tipo de esperanza y, por supuesto, de felicidad. Más o menos la misma reivindicación que harán con la canción encargada de cerrar el disco, “Mi ciudad ruidosa y gris”.

Sin embargo, Boikot también tiene su corazoncito (ese mismo que llora pura rabia), por lo que ya en la recta final de este trabajo, llega el momento más sentimental del grupo. Así, nos encontramos de frente con “Instinto animal”, donde una calmada voz nos explica a la perfección lo que se puede sentir cada vez que se echa de menos algo que se tuvo y que te hizo inmensamente feliz. Y, dentro de este sentimentalismo, también hay un espacio para recordar a los incondicionales de la banda, aquellos que, pase lo que pase, siempre estarán ahí, y por ello “Acompáñame” va dedicada a ellos.

Increíble. Esa es la única palabra capaz de definir cómo es “Lágrimas de rabia”. Y tú, que estás ahí sentado, no les mires, únete, porque seguro que tu voz susurra las mismas ganas de libertad que ellos cantan a gritos.

Miriam

Leonesa exiliada en Valladolid. Estudiante de periodismo, directora de Ruta 42 y redactora en La Encuadre.

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