Claves de Sol: La verdadera realidad del siglo XXI

Publicado el 13 abril 2013 por Ruta42 @ruta42

A falta de un año para alcanzar la decena en el mundo de la música, los irreverentes Gatillazo nos hacen llegar su quinto trabajo de estudio, “Siglo XXI” en el que prometen arremeter contra una clase política que “pretende retrasar las condiciones de vida“.

El tiempo pasa, y el maestro de ceremonias Evaristo Páramo se nos hace mayor, musicalmente hablando, sin duda. Y es que el que fuera padre de La Polla Records, hoy sabe que las cosas siguen estando del revés y que alguien necesita que las verdades se digan a la cara, sin maquillaje y tal como son. Es por ello que en este disco, el señor Evaristo nos muestra su versión más irónica, sarcástica y mordaz.

Hemos venido a divertirnos”, dice el grupo inaugurando así su disco, con una canción potente donde las haya, con vertiginoso inicio de batería y con una de las mejores versiones de la voz del ex Polla. Y en esa línea aparece “Esclavos del siglo XXI”, la que fuera elegida como single y que no es más que una patada en pleno pecho de una sociedad neciamente consumista que se convertirá, sin duda alguna, en himno.

Con “Jota de la derrota” se hace un claro apoyo a aquellos que han visto perdida la batalla ante una sociedad cada vez más abandonada, sin una izquierda que se posicione al lado del obrero, con una policía que abusa de su poder frente a unos cada vez más indefensos luchadores. Tras este breve corte, “Un minuto en libertad” hace aún más míticos los potentes riffs de guitarra tan adictivos de Gatillazo. Pero la sorpresa se regala con la colaboración de Willy Toledo en “Ultras”.

Gatillazo (imagen promocional)

Corrupción, política, democracia, terrorismo, guerra… en “La última patada” hay sitio para hacer una mordaz crítica a todo aquello que está matando poco a poco la conciencia humana. “Otra canción para la policía” es la mejor explicación que jamás nadie ha logrado aportar sobre el por qué de la abusiva actuación policial, sobre la que también tendrán unas palabras en “Bla-bla-bar”.

La excitantemente rápida “Nunca fui a la Ikastola” se trata del disparo perfecto hacia el irracional sentimiento nacional de algunos sectores españoles que ensalzan la patria olvidándose de los valores realmente necesarios. Tras ella, “Los chicos están bailando” relata la deprimente situación de una juventud que ve su futuro en las colas del inem. Será en “E por si mouve” donde el desencanto se hará canción.

Es el odio (ignorancia)” regresa al tema de una de las generaciones cuya educación más en duda está, así como ese odio que cada uno de ellos siente hacia este sistema que pretende manejar su conciencia. Gracias a “Siempre te amaré” unas fuertes guitarras explicarán por qué Gatillazo están donde están, demostrado también con “Entorno”, dedicado al devorador y aprovechado sistema financiero. Pero se deja más que claro con “Crónicas de un cerdo”, el mejor cierre posible para el disco, donde se deja claro todo ese tipo de derechos que algunos quieren hacer olvidar al pueblo.

Un disco redondo y, sobre todo, necesario que seguramente sirva de perfecta banda sonora para los convulsos tiempos que corren, donde nada logrará salvarnos, a pesar de que discos como este logren mitigar cierto dolor y, por qué no, movilizar a una adormecida sociedad.

Miriam

Leonesa exiliada en Valladolid. Estudiante de periodismo. Directora de Ruta 42

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