Claves detox para evitar la retención de líquidos en nuestro organismo

Con la llegada de las altas temperaturas, más de uno nos planteamos una rutina depurativa que nos permita preparar el organismo para los meses de verano.

Aunque en esta época es cuando más sentimos la necesidad de depurarnos, dada la llegada inminente del verano, y el pleno apogeo de la operación bikini, no debemos someter a nuestro cuerpo a un elevado estrés metabólico y oxidativo, los cuidados para prevenirlo y paliarlo se deben llevar a cabo de manera sistemática y constante durante todo el año, no sólo en una época determinada con fines estéticos.

Con una serie de pautas centradas en una dieta equilibrada y saludable, estaremos aportando a nuestro organismo los elementos antioxidantes necesarios para bloquear la acción de los radicales libres, responsables del envejecimiento.

Marta Gámez, directora técnica de Grupo NC Salud, explica que "para realizar una depuración adecuada de nuestro organismo, lo primero que debemos tener en cuenta es que debemos ingerir suficiente líquido cada día (aproximadamente 2 litros), pues el agua es la principal vía de eliminación de toxinas. Debemos optar por alimentos frescos y evitar aquellos pre-elaborados, que generalmente aportan un extra de sodio (sal), responsable en parte de la retención de líquidos. Así mismo, es necesario acogerse a un estilo de vida saludable y una Dieta Mediterránea, incrementando el consumo de alimentos vegetales y favoreciendo la actividad física, adaptada siempre a las posibilidades de cada persona".

Una rutina detox por Grupo NC Salud

Con esta sencilla rutina detoxificante, la puesta a punto para las vacaciones te será mucho más sencilla, pero te recomendamos que no la dejes en todo el año, hará que te sientas mucho mejor!

1. Desayuna siempre: si tomas lácteos, elige los desnatados o semidesnatados, o bien escoge las variantes de origen vegetal (leche de almendra, soja, avena, yogur de soja, etc), con cereales integrales o pan integral, y fruta, especialmente aquellas con efecto drenante como la piña, la sandía o el melón.

2. El agua, tu mejor aliado: para depurar el organismo son necesarios los líquidos, al menos entre 1,5 y 2 litros diarios. La manera de no olvidarte de beber es tener siempre a mano una botella de agua y recurrir a ella con frecuencia, incluso antes de tener sed. También puedes tomar infusiones, caldos o cremas de verduras.

3. Menos sal y más potasio: a menudo, la mayor ingesta de sal procede no sólo de la sal de mesa que usamos a diario en nuestra cocina, sino de aquella que ya incorporan ciertos alimentos y platos preparados. Las claves para conseguir reducir la sal son:

- Aumentar el consumo de alimentos frescos, que son naturalmente ricos en potasio, y reducir los alimentos precocinados.

- Reducir el uso de la sal en la cocina, y usar en contrapartida variedad de especias para hacer nuestros platos más sabrosos y originales.

- Limitar el consumo de alimentos curados, ahumados y en salazón como aceitunas, quesos curados, mojama, jamón serrano, embutidos, salmón ahumado, etc.

4. Incrementa el consumo de alimentos de efecto drenante y depurativo: el apio, los espárragos, el pepino, el calabación o la alcachofa, ésta última considerada el alimento wellnes por excelencia, mejoran la función del hígado, pilar metabólico de nuestro organismo.

5. Cena ligero 4 noches a la semana: puedes basar esta ingesta en un caldo de apio o de puerro, ensalada de pepino y queso frescos, o en una macedonia de frutas casera, en la que el kiwi y la ciruela sean los protagonistas por su efecto saciante y estimulador del tránsito que ejercen.

6. Completa tu rutina alimentaria con, al menos, media hora de deporte diaria: caminar, nadar, correr suavemente o montar en bicicleta es imprescindible para sentirnos mejor y acelerar nuestro metabolismo.

7. Puedes recurrir a un complemento alimenticio: Grupo NC Salud nos recomiena Aquadren, 100% natural, sin contraindicaciones ni interacciones con otros alimentos que nos ayuda a reequilibrar los líquidos corporales y eliminar toxinas de forma más eficiente, tomando 20 ml/día diluidos en un litro y medio de agua.