Claves para la gestión de talento

Publicado el 12 mayo 2011 por Aracelimasarte @AraceliMasArte

Claves para la gestión de talento
Cualquier equipo artístico embarcado en un proyecto, determina los mismos parámetros de búsqueda, de los que habla Lyn Heward, en todos y cada una de las personas que se verán implicados en la realización de la propuesta.
No hay equipo artístico que pueda permitirse un solo profesional implicado en la tarea que no tenga talento y que no ofrezca capacidad para desarrollar ideas capaces de asociar diferentes informaciones para aportar soluciones nuevas o inspiradas, envueltas, en una clara intencionalidad manifiesta de querer trabajar en equipo con el único objetivo de transmitir correctamente contenidos adecuados que den valor real a un mensaje correcto.
Los miembros de un equipo artístico están absolutamente comprometidos con la tarea de resolver todos los problemas que aparecen en los procesos creativos y allí donde el coraje y la capacidad de riesgo ilimitado, son necesarios, la fuerza de individualidades capaces de defender propuestas se convierten en necesarias para la ejecución de la más pequeña de las acciones que darán forma a la pieza. La gestión de este tipo de personalidad obliga al director o directora del equipo a implicarse, de lleno, en desplegar en cada una de las individualidades la más absoluta diferencia de su talento y asume el control de todos los elementos potenciando su creatividad a la máxima expresión en busca de los hilos que, de forma sutil, conectan a cada una de las ideas, en un proceso que primero aleja el encuadre, para luego formalizar todas las estructuras de forma sólida en el.
La creatividad, es la única clave que aportará el éxito que se busca y nadie que no esté comprometido con esta tarea es válido para permanecer en un equipo de estas características. El valor de cada uno de los miembros de estos equipos es infinito y nunca es proporcional a la percepción del valor que el público da a cada una de las tareas ejecutadas en apoyo a la única cara visible que soporta el peso y la responsabilidad del todo el equipo, el artista que evoluciona en escena.
No hay detalle que no tenga valor para la correcta comunicación del mensaje que todo el equipo debe transmitir. El animal escénico es un hacedor de acción y su acción es la que busca la resolución de todos y cada uno de los problemas que trae la creatividad.
La realización de esta forma de funcionamiento ofrece a los modelos de negocio una oportunidad única de enriquecimiento, más allá, de la percepción que se tenga de las personas que viven y trabajan en el mundo del arte, las herramientas, usos y utilidades que pueden aportar para el diseño de una Imagen de Marca perfecta, es tan ilimitado que no acercarse a ellos para conseguir ayuda en la creación de estructuras, es olvidar que la venta de éxito es lo que en realidad todos buscan y elegir vender, hoy para no permitir que el artista te permita vender hoy pero con el deseo inamovible de vender mañana quedándose en tu memoria, tus emociones, tus sentimientos y hasta en tu alma.
Mientras se elija la opción de crear para vender hoy y empezar de nuevo y desde cero, a vender mañana, se estará perdiendo la oportunidad de crear estructuras de relación tan sólidas que vender mañana simplemente se convertirá en el paso siguiente y no una salida a una nueva carrera donde nunca se conseguirá llegar a la meta.
Mientras Lyn habla de estructuras complejas que ofrecen resultados, el Equipodiverta, también quiere dejar notas concretas para que se pueda observar, de cerca, el uso y las utilidades que llegan a conseguir éxitos tan apabullantes en el sector de las artes escénicas, porque todo lo que ella habla, es conseguido a base de herramientas de uso común entre los artistas que, desarrollados y aplicados en cualquier ámbito, pueden aportar un valor único que traerá a los modelos de negocio comunes la posibilidad de permanecer en el mercado como miembros influyentes de la comunidad a la que pertenecen, ayudando al manejo, control y automatismo de habilidades y hábitos concretos que dan paso a un adecuado tratamiento de la capacidad de interacción generando experiencias compartidas de éxito con el cliente.