Como todavía no se ha inventado el elixir de la eterna juventud tenemos que aceptar que el paso de tiempo se verá reflejado en nuestra piel, esto es inevitable. Pero si sabemos un poco más sobre cómo nos afecta podremos saber cómo podemos apaliar las consecuencias.
¿Por qué nuestra piel se seca y arruga con el paso del tiempo? Porque a medida que cumplimos años todas las funciones de nuestro organismo se ralentizan. Y en concreto, la piel ya no renueva sus células tan rápido y la micro circulación sanguínea se hace más lenta. Lo que afecta a la capacidad de la piel de absorber agua y de producir líquidos. Afectando a su vez a las fibras de colágeno y elastina que componen la dermis (y hacen de sujeción) produciendo esa sequedad y esas molestas arrugas.
Y por fuera utilizando cosméticos que sean adecuados a nuestras necesidades de la piel, que aporten la hidratación perdida y que ayuden con la renovación celular como la utilización periódica de exfoliantes y/o mascarillas, sueros… en nuestra rutina diaria de belleza, por ejemplo.
Esto en cuanto a las causas que no podemos controlar pero y ¿para los demás agentes que sí podemos controlar? Como por ejemplo:
El sol: Es muy importante que nos acostumbremos a utilizar un protector solar para todos los días del año. Debemos saber que los rayos ultravioleta son los principales enemigos de la piel y los causantes del cáncer de piel. Los rayos penetran hasta las capas más profundas degradando las fibras de colágeno y elastina que como ya he dicho componen el sostén de la piel. Tabmién son los responsables de las rojeces y quemaduras, alteran la melanina y consecuentemente aparecen las manchas. Por ello si vas a la playa o al campo este Verano. por favor, protégete adecuadamente y si estás en la ciudad ¡también!
Pero además, en otras épocas del año estamos expuestos al viento, al frío o a cambios bruscos de temperatura. Todo esto provoca que la piel del rosto que es la más expuesta se reseque y notemos tirantez. Por ello necesitamos que nuestros cosméticos se vayan adaptando a lo que nuestra piel va necesitando en cada época del año para que nos ayuden a protegernos de estos agentes externos. Escuchemos a nuestra piel en cada momento, tiene mucho que decirnos
Hay otro factor que también podemos controlar como es la alimentación. Por ejemplo, una dieta pobre en vitaminas y proteínas pero rica en grasas potenciará la flacidez cutánea. Así que intentemos comer lo más variado y sano posible la piel lo notará.
Entre otros factores que también podemos controlar tenemos el estrés y la falta de sueño. Cuando vemos una cara cansada reflejada en el espejo veremos una cara más envejecida. Así que intentemos dormir las horas necesarias (mínimo 8 horas) y evitar el estrés en la medida de lo posible. Si además incluimos algo de ejercicio físico en nuestra rutina diaria mejoraremos la oxigenación de la piel y eliminaremos toxinas. Todo esto contribuirá a mejorar visiblemente el aspecto de nuestra piel.
En cuanto a los “vicios”
Así que ya no tenéis excusa para tener la piel sana y luminosa pues os he dado las claves para ello