- Piel con piel nada más nacer para favorecer el primer contacto bebé-pecho. Durante la primera hora la mayoría de bebés tienen el reflejo de succión muy alto, una pronta puesta al pecho favorecerá también un buen agarre.
- El pecho se ofrece a demanda, esto es, cuando el bebé quiera, sin horarios y sin límites, de día o de noche. No esperes a que “le toque” y olvídate del reloj. Un recién nacido puede mamar de 8 a 12 veces en 24 horas.
- Un correcto agarre es fundamental para que la lactancia sea feliz. Amamantar no es doloroso, en caso de que tengas dolor puede estar provocado, entre otros, por un mal agarre (contacta con una asesora o grupo de lactancia).
- Da un pecho y no le cambies al otro hasta que rechace el primero. Aprovechando así toda la grasa que se encuentra al final de cada toma. No alternes, primero uno y después si quiere el otro (cuando vuelva a pedir pecho le pondrás en este último).
- Cuanto más mame, más leche produciremos. De ahí la importancia de dejar que el bebé marque su propio ritmo, el cuerpo es sabio y producirá la leche que el bebé demandé con sus tomas.
- Evita los biberones de ayuda, no son necesarios y debes intentar descartarlos, al menos que la lactancia esté completamente instaurada, en cuyo caso tampoco no los necesitarás. En caso de necesitar dar suplementación puedes hacerlo con una cucharilla, jeringa o vasito.
- Evita los chupetes, confunden al bebé en su proceso de aprendizaje, poco tiene que ver una tetina artificial con el pecho de una madre. Una vez tengas la lactancia consolidada puedes, si lo deseáis, ofrecérselo.
- Los bebés no sólo se aferran al pecho por hambre, también buscando consuelo, cercanía o protección. El mejor chupete que puedes ofrecerle es tu propio pecho.
- Disfruta del vínculo que se genera, vívelo con placer y pide ayuda en otras tareas si te ves afectada. Lo primero es el bebé y tu, el resto puede esperar o ser delegado.
- En caso de que tengas dudas, problemas o inquietudes, acude a una asesora profesional o grupo de lactancia y pide ayuda. Descubrirás y aprenderás junto a otras madres este regalo para toda la vida que les brindamos a nuestros hijos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomiendan la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de vida del niño, es decir hasta que cumpla los 7 meses, y continuar con el amamantamiento junto con otros alimentos que complementen la alimentación hasta los 2 años o más, mientras madre e hijo lo deseen.
Artículo escrito originalmente para la web De Mamás & Mimos