Cleveland tiene fama de ser una ciudad en donde la música se respira en cada esquina, y no es para menos, ya que es la sede de una de las mejores orquestas el mundo ( la orquesta de Cleveland ) y de un curioso museo que todo aficionado a la música debería conocer, el Salón de la fama del Rock and Roll ( conocido también como Rock Hall ); una audaz estructura de cristal y porcelana de siete plantas de altura que se ha convertido en uno de los epicentros del Rock mundial.
En su interior hay exposiciones interactivas a las que meter mano, archivos, vídeos y películas que versan alrededor de éste genero musical, y todo para rendir un homenaje a los artistas, compositores y demás miembros de la industria de la música que impulsaron el Rock en la década de los 50 y lo siguen manteniendo vivo a día de hoy. Se exponen más de 100.000 piezas que pertenecieron a figuras famosas, como por ejemplo el uniforme de boy scout de Jim Morrison, el Porsche de 1965 de Janis Joplin o el “Eliminator” de ZZ Top. Además de ello en su interior también se pueden contemplar notas de los Everly Brothers o composiciones garabateadas de Jimi Hendrix junto a torturadas guitarras Stratocaster. También se pueden ver algunos de los trajes que utilizaban sobre el escenario artistas como Iggy Pop, Elvis Presley o Chuck Berry.
Ahora bien, teniendo en cuenta que en EEUU la industria musical se centra principalmente en Los Ángeles y Nueva York, ¿ como es que se escogió a Cleveland como la sede para este curioso museo ? La razón es que Alan Freed, un locutor de radio de esta ciudad, fue el que acuñó el término rock and roll allá por 1952, el mismo año en que Cleveland albergó el Moondog Coronation Ball, el primer concierto de rock and roll. Estas respuestas y un montón más de datos de la cultura pop rebosan por los cuatro costados en esta ciudad, repleta de energía, gastronomía tradicional y, sobre todo, música, mucha música.
Así que si tenéis pensado daros una vuelta por Ohio haced una escala para visitar el Rock Hall de Cleveland, merece la pena.