Típica comedia americana hasta que intenta jugar en una liga mayor, convirtiéndose en un drama lacrimógeno, forzado hasta la médula, para que el espectador piense que ha visto otra cosa. En parte consigue su propósito, gracias a unos grandes secundarios, cómodos en sus actuaciones, y a ciertos chascarrillos delirantes, pero en el fondo sigue siendo más de lo mismo. Si te pilla en un momento bajo, posiblemente la disfrutes.
Mi Puntuación: 4.6