Clientes, seguidores y paseantes
Los negocios son básicamente muy sencillos: te vendo un producto y eres mi cliente, si tienes una queja me llamas y lo solucionamos. A partir de aquí podemos apostar por anunciarnos para captar más clientes, pero todo el proceso comunicativo se establece entre el vendedor y el cliente.
A esta ecuación, que parece bastante simple y obvia, hemos añadido temas de branding y redes sociales. Ahora ya no basta con que cuidemos a nuestro cliente, tenemos que estar pendientes de que puede opinar cualquier persona, sea cliente o no, sobre nosotros para poder actuar. Soy consciente que carece de toda lógica que una persona que no es cliente, no nos conoce, nunca nos ha llamado, pueda opinar sobre nuestros productos, pero dado el nivel de rigurosidad de las redes, es algo que nos hemos de comer con patatas nos guste o no.
Lo más hilarante del tema es que el presupuesto que hemos de destinar a esta vigilancia de opinadores a sueldo de su propio ego ha de salir del precio que cargamos a nuestros productos, con lo que al final los que son clientes y si hablan con nosotros para que podamos pagar a una agencia que paga a una red social para poder controlar lo que dice un tercero.
La verdad es que me parece un sistema bastante enrevesado y carente de toda lógica, pero la lógica, la ciencia y cualquier arte basado en el conocimiento no está basado en la democracia, así que cuando media humanidad ha perdido el sentido común no te queda otra que aceptar la realidad que te rodea, confiando que tarde o temprano el sentido común se convierta e una pandemia y afecte a toda la humanidad, para que por fín, podamos dedicarnos a nuestros productos y clientes y no hacer de locutores intrépidos intentando captar lo que dicen personas que ni nos interesan ni les interesamos.
Porque mi pregunta de base sigue siendo la misma, ¿porqué no te quejas directamente a la empresa que te vendió el producto?, y sino te gusta la respuesta, ¿porqué no planteas una queja en el servicio de atención ciudadana creado para ese fin y que pagamos todos con nuestros impuestos?
Película: La Cabina