Cliff, el perro que puede oler infecciones intestinales

Publicado el 27 diciembre 2012 por Educanfel @tonyeducanfel
Por Javier Peláez | Cuaderno de Ciencias – lun, 17 dic 2012               
 
Cliff en los pasillos de uno de los Hospitales.
Se suele decir que el perro es el mejor amigo del hombre y razones no faltan para ello. Nos acompaña desde hace miles de años y nos ayuda en las más variadas tareas. A su gran inteligencia y fidelidad hay que añadir además que en muchos casos suple nuestro pobre olfato con sus enormes capacidades realizando labores de búsqueda de personas desaparecidas, captura de alijos de droga o detección de gases y explosivos. Las prodigiosas habilidades olfativas de los perros nos superan ampliamente, hay que recordar que nosotros apenas tenemos unos 5 millones de células olfatorias mientras que los perros poseen aproximadamente 200 millones y en el caso de algunas razas, como el bloodhound, también llamado perro de San Huberto, puede llegar a 300 millones. Ante esta enorme capacidad, un grupo de científicos se ha preguntado hasta qué punto pueden llegar y han decidido comprobar si son capaces de detectar bacterias dentro de nuestro cuerpo responsables de infecciones intestinales.
En la actualidad, los perros ya nos están ayudando, con una fiabilidad muy aceptable, a detectar algunos tipos de cáncer (como el de pulmón) ya que su gran olfato percibe incluso determinados olores característicos procedentes de nuestro interior.
 Una de las bacterias más comunes en nuestro entorno es la Clostridium difficile responsable de la colitis seudomembranosa que provoca inflamación de colón. Cuando un paciente está infectado con ella sus heces, en forma de diarrea, desprenden un olor específico que un animal con un olfato tan evolucionado como el del perro podría detectar.

Imagen de la bacteria Clostridium difficile
 Y aquí es donde entra en escena Cliff, un gracioso beagle de dos años cuyas capacidades han sido puestas a prueba por un equipo de biomédicos holandeses que acaban de publicar los resultados en la revista British Medical Journal.
 Los científicos pusieron a prueba a Cliff presentándole alternativamente muestras de heces con esta bacteria. El test consistía en un conjunto de 100 muestras en las que 50 contenían bacterias Clostridium diffile y otras 50 no. La efectividad del can fue asombrosa, sobre todo teniendo en cuenta que era la primera vez que el perro realizaba este tipo de detecciones. Aun así, acertó todas las que tenían bacterias y 47 de las que no tenían. Esto significa que Cliff acertó en un 97% de las ocasiones. Más tarde, los investigadores quisieron saber si también tendría tanto éxito detectando la bacteria, no en muestras aisladas, sino directamente en pacientes afectados. Para ello llevaron al perro a dos hospitales para realizar pruebas con enfermos reales. La eficacia volvió a ser espectacular. La prueba en este caso consistía en olfatear a 300 personas, de las cuales treinta estaban infectadas con la bacteria. Cliff detectó 25 de los 30 enfermos que le presentaron y a 265 de los 270 pacientes que estaban sanos, una fiabilidad del 83% y del 98% respectivamente.
 Referencia del artículo: Marije K Bomers, Michiel A van Agtmael consultant , Hotsche Luik, Merk C van Veen , Christina M J E Vandenbroucke-Grauls, Yvo M Smulders. "Using a dog's superior olfactory sensitivity to identify Clostridium difficile in stools and patients: proof of principle study". British Medical Journal. 2012.

También podría interesarte :

Quizás te interesen los siguientes artículos :