Climatización sostenible, un reto posible

Por Ecocosas

No es necesario ser un gran conocedor de los sistemas energéticos para constatar una evidencia: los combustibles fósiles y nucleares son insostenibles.

No es necesario ser un gran conocedor de los sistemas energéticos para constatar una evidencia: los combustibles fósiles y nucleares son insostenibles.

El petróleo, el carbón y el gas, combustibles que han marcado un avance en las diferentes tecnologías, así como la energía nuclear, tienen sus días contados.

El problema mayor de los combustibles fósiles, es, sin ninguna duda, el daño que causan al medio ambiente, así como el hecho de crear al ser humano una dependencia al uso cotidiano de estas energías . Como consecuencia, están generando impactos impredecibles como el cambio climático, por el efecto invernadero de la quema y producción de gases, principalmente.  

Aparte de las consecuencias ecológicas de la dependencia a la quema de combustibles, se encuentran las consecuencias sociales como las guerras y desplazamientos forzados de las poblaciones, así como el deterioro de los ecosistemas por las explotaciones mineras y petrolíferas.

Junto al efecto invernadero se encuentra la lluvia ácida, provocada por la concentración de óxido de azufre y nitrógeno en la quema de combustibles, la cual daña y contamina a los bosques, los cultivos, la tierra y el agua, además de dañar los edificios y las estructuras metálicas.

Energía sostenible

Pero a la par de los avances en el transporte, la industria y en los hogares a causa de las energías del siglo XX, se han desarrollado tecnologías que buscan una energía más limpia. En la actualidad contamos con distintas alternativas a los combustibles fósiles y a la energía nuclear.

Se trata de las llamadas energías renovables, aquellas formas que utilizan los recursos no-finitos de los que podemos disponer para crear formas de crear electricidad y otras maneras de poder desprendernos poco a poco de las energías nocivas.

Climatización sostenible

En la actualidad, el mayor gasto energético, tanto a nivel económico como ecológico, que se genera en los hogares no es por la utilización bombillas ni aparatos electrónicos.

Las bombillas de bajo consumo y los artilugios electrodomésticos están a la orden del día en cuanto a eficiencia. Sin embargo, los sistemas de climatización, ya sea para generar frío o calor, consumen grandes cantidades de energía.

En una vivienda unifamiliar, la climatización y agua caliente sanitaria puede suponer hasta un 75% de la energía que se consume en ella, por ello se hace necesario buscar el sistema de climatización más eficiente y renovable.

Una de las maneras más limpias de conseguir una fuente de climatización sostenible y a largo plazo más barata es la combinación de la aerotermia o bombas de calor con la energía fotovoltaica.

¿Qué es la aerotermia?

La aerotermia es una tecnología sostenible que extrae energía del aire exterior y lo transfiere al interior de la vivienda pudiendo llegar a obtener  un 75% de la energía  gratuitamente. Es una manera barata de generar tanto frío como calor a través de las bombas de calor aerotérmicas, y de esta manera calentar o refrigerar los espacios de nuestros hogares.

Las bombas de calor también sirven para calentar el agua sanitaria, por lo cual estamos hablando de una manera limpia y rentable de abastecernos de ella en el hogar.

Aerotermia y energía fotovoltaica

Una de las ventajas que ofrecen algunas empresas, como por ejemplo Viessmann, una de las compañías líderes del sector, es la posibilidad de combinar la aerotermia con la energía solar fotovoltaica.

De esta manera, la eficiencia energética y el ahorro económico, sumado a la no utilización de energías fósiles o nocivas, hacen que generar energía para climatización, sea una de las formas más rentables y sostenibles.

Viessmann como empresa comprometida con el medio ambiente da un paso más en la combinación de ambas energías, y es que las bombas de calor de aerotermia cuando detectan un excedente de energía fotovoltaica, energía que se va a verter a red sin poder ser utilizada por la vivienda, aprovechan ésta para almacenar esta energía de forma térmica para poder ser luego utilizada.

Por ello, la combinación de ambas fuentes de energía, limpias, seguras y silenciosas, aportan una alternativa aquí y ahora para los problemas climáticos y ambientales, y sin duda darán que hablar en los próximos años.

El petróleo, el carbón y el gas, combustibles que han marcado un avance en las diferentes tecnologías, así como la energía nuclear, tienen sus días contados.

Daños irreversibles de los combustibles fósiles

El problema mayor de los combustibles fósiles no es sólo por el daño que causan al medio ambiente, que no son ninguna broma, y que están revelando unas consecuencias impredecibles como el cambio climático por el efecto invernadero de la quema y producción de gases. Además de unos daños irreversibles al planeta, uno de sus mayores problemas es su dependencia. Y sumado a ello que realmente tienen un final.

Aparte de las consecuencias ecológicas de la dependencia a la quema de combustibles, se encuentran las consecuencias sociales como las guerras y desplazamientos forzados de las poblaciones, así como el deterioro de los ecosistemas por las explotaciones mineras y petrolíferas.

Junto al efecto invernadero se encuentra la lluvia ácida, provocada por la concentración de óxido de azufre y nitrógeno en la quema de combustibles, la cual daña y contamina a los bosques, los cultivos, la tierra y el agua, además de dañar los edificios y las estructuras metálicas.

Energía nuclear

Por otro lado, con unas consecuencias que no afectan al cambio climático ni generan lluvia ácida, pero con unas consecuencias ambientales impredecibles y muy terribles, se encuentra la energía nuclear.

La mayoría de los hogares se “beneficia” de esta energía, aunque es cara de instalar una vez en funcionamiento puede generar energía a buenos precios y sin emisiones pero claro con unos riesgos a corto plazo muy peligrosos.

Prueba de ello son los accidentes de Chernobyl y Fukushima en las últimas décadas.

Energía sostenible

Pero a la par de los avances en el transporte, la industria y en los hogares a causa de las energías del siglo XX, se han desarrollado tecnologías que buscan una energía más limpia. En la actualidad contamos con distintas alternativas a los combustibles fósiles y a la energía nuclear.

Se trata de las llamadas energías renovables, aquellas formas que utilizan los recursos no-finitos de los que podemos disponer para crear formas de crear electricidad y otras maneras de poder desprendernos poco a poco de las energías nocivas.

Climatización sostenible

En la actualidad, el mayor gasto energético, tanto a nivel económico como ecológico, que se genera en los hogares no es por la utilización bombillas ni aparatos electrónicos.

Las bombillas de bajo consumo y los artilugios electrodomésticos están a la orden del día en cuanto a eficiencia. Sin embargo, los sistemas de climatización, ya sea para generar frío o calor, consumen grandes cantidades de energías fósiles (en el caso de las calderas y las estufas de gas), o de energía nuclear (en el caso de las estufas eléctricas, los aparatos de aire acondicionado, etcétera).

En una vivienda unifamiliar, la climatización y agua caliente sanitaria puede suponer hasta un 75% de la energía que se consume en ella, por ello se hace necesario buscar el sistema de climatización más eficiente y renovable.

Una de las maneras más limpias de conseguir una fuente de climatización sostenible y a largo plazo más barata es la combinación de la aerotermia o bombas de calor con la energía fotovoltaica.

¿Qué es la aerotermia?

La aerotermia es una tecnología sostenible que extrae energía del aire exterior y lo transfiere al interior de la vivienda pudiendo llegar a obtener  un 75% de la energía  gratuitamente. Es una manera barata de generar tanto frío como calor a través de las bombas de calor aerotérmicas, y de esta manera calentar o refrigerar los espacios de nuestros hogares.

Las bombas de calor también sirven para calentar el agua sanitaria, por lo cual estamos hablando de una manera limpia y rentable de abastecernos de ella en el hogar.

Aerotermia y energía fotovoltaica

Una de las ventajas que ofrecen algunas empresas, como por ejemplo Viessmann, una de las compañías líderes del sector, es la posibilidad de combinar la aerotermia con la energía solar fotovoltaica.

De esta manera, la eficiencia energética y el ahorro económico, sumado a la no utilización de energías fósiles o nocivas, hacen que generar energía para climatización, sea una de las formas más rentables y sostenibles.

Viessmann como empresa comprometida con el medio ambiente da un paso más en la combinación de ambas energías, y es que las bombas de calor de aerotermia cuando detectan un excedente de energía fotovoltaica, energía que se va a verter a red sin poder ser utilizada por la vivienda, aprovechan ésta para almacenar esta energía de forma térmica para poder ser luego utilizada.

Por ello, la combinación de ambas fuentes de energía, limpias, seguras y silenciosas, aportan una alternativa aquí y ahora para los problemas climáticos y ambientales, y sin duda darán que hablar en los próximos años.

Las bombas de calor también sirven para calentar el agua, por lo cual estamos hablando de una manera limpia y rentable de abastecernos en el hogar.

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