¡Somos Científicos! Sácanos de aquí. Es el título de un reality de cerebritos que alcanza nuestra costa púbica, copada de turismo televisivo de ingle, osamenta y clanes familiares que se odian en público y se maltratan a golpes de talón bancario, maltrato que no es denunciable. Un programa, el nuevo, entretenido e interactivo. Trata de la investigación científica y está dirigido a estudiantes de institutos (10 a 18 años). Financiado por un banco, cuenta con la colaboración de quince científicos que presentan de forma amena y sencilla sus estudios para someterse luego a preguntas de los jóvenes vía chat. Dura dos semanas. El ganador del concurso recibe un premio que será utilizado en actividades promocionales de su proyecto (divulgación del trabajo): 500 €.
Obviamente parece un concurso interesante y educativo para disfrute de todas las edades, no solo del colectivo al que va destinado. Al ver la palabra reality no he podido evitar comparaciones e intentar intercalarlo en medio de tantos otros, amos, en sus distintas variantes, de la parrilla del cerebro plano y adocenado. Neutralizado. Lo primero que me llamó la atención es el premio, 500 euracos perracos. Es posible que descubramos algún científico cachas o científica de medidas cósmicas que tras la gloria televisiva y científica acabe sucumbiendo a realities de “primer nivel” y acepte ir a una isla o a un gran hermano a enseñar las fórmulas carnales que mejor funcionan y a degradar la lengua, aparcando el seso y exhibiendo sexo. Porque cuando pasen los minutos de gloria vivir de la ciencia seguirá siendo complicado y largarse al exilio con la patada de tu gobernante por toda ayuda es una opción triste por mucho que la taruga en funciones que tenemos en la cartera de trabajo y desempleo llame movilidad exterior a ese penoso éxodo.
No, cuando el hambre apriete mejor pasarse a la filosofía Velen Hestevan o meterse a cruzadas Matamoros, a las cifras de cuatro, cinco y seis dígitos por hacer un estriptis de tu vida. Es humano, siempre que se valga para eso y no para mucho más. Eso o que como científico/a emprendedor te entregues a descubrir la fórmula de clonar Matamoros y Similares. O cristianos a la parrilla TV con casquería casera. El share será generoso contigo.