Hay colores que entran a casa haciendo ruido (hola, fucsias), y otros que llegan en puntillas, como si no quisieran despertar a nadie. Cloud Dancer (PANTONE 11-4201) pertenece a esta segunda especie: un blanco etéreo, suave, pensado para funcionar como “susurro” de calma en un mundo con el volumen demasiado alto.