CNN+ In memorian

Por Almaconarte
Que suenen las campanas de la bienvenida para recibir: El editorial. Porque podemos gruñir y sacar las uñas de vez en cuando, porque necesitamos gritar al viento las injusticias o susurrar unas palabras de aliento cuando algo o alguien lo necesita, porque tenemos ganas de hablar sin parar cuando algo nos duele... por eso y más nace esta sección.


Hoy me halló en una reposada ebullición tras unos cuantos sobresaltos que se tiñeron de enfados sin sentido para un mundo en el que las cosas funcionan poco poquito.

Pues sip, la tele está rota (literalmente)

Lo primero de todo he de decir que sigo teniendo fe en la televisión como medio, por maltrecho y herido que se encuentre a nivel público en las televisiones españolas.
Sé (igual que todo el mundo) que los matices políticos se hacen notar si o también de unas cadenas a otras. Pero como la política, definitivamente, no es lo mío y me aburre hasta la saciedad (aunque eso de estar bien informado es derecho y deber de todos los ciudadanos), este editorial no está escrito con carácter político alguno.
Sigo apreciando y amando este medio, sigo leyendo audiencias y zapeando en busca de algo interesante con lo que cubrir mis momentos de tedio, y seguiré valorando este negocio que alimenta la cultura (pues sip, todavía se oye eso de "lo ha dicho la televisión") de muchos ciudadanos.
Hace relativamente poco tiempo descubrí un canal que se merece mis respetos: CNN+. Aunque a primera vista parecida plagado de noticias varias, descubrí algunas de sus maravillas como los estrenos de cine, las entrevistas o los debates literarios. Estaba encantadísima de encontrar un lugar con un punto de vista diferente fuera de la ya ultracultural TVE2.
Pero mi andadura por los lares de la información entretenida, con sabor dulce si uno la prueba sin abusar, estaba definitivamente destinada al fracaso.
¿La razón? El belenismo, la vida en estética, los gritos y el morbo sin fin. Sip, estoy hablando de Telecinco. En concreto de la empresa que maneja la vida, obra y milagros del canal de Sálvame: Mediaset.

Un canal menos (seguro que reemplazado
por algún tarotista)

Los reyes de la audiencia fácil decidieron un feliz día hacerse con Cuatro, CNN+ y el 22% de Digital Plus. Poco a poco, y con ese saber hacer que caracteriza a "los líderes" (según sus propios anuncios. Un ole a su ego), he visto y comprobado como una cadena con mucho futuro (hablo de Cuatro) ha ido decayendo poco a poco, con una programación que se torna telecinquera, olvidándo su frescura original y sus ganas de llegar a los más jóvenes haciendo cosas originales y apostando por formatos diferentes.
Y así llegamos a día de hoy, donde Cuatro ya puede llevar el buen nombre de Telecinco 2 (cosa que nos pasaría desapercibida con esa gran pérdida de identidad) y a la despedida del año y CNN+ al mismo tiempo (mientras Sara Carbonero y Pilar Rubio dan las campanadas en un alarde de lo que está in en nuestra querida España).
En este punto entre extraño y desesperado me pregunto ¿apostamos por la muerte cerebral de la televisión minimamente cultural? ¿Llegará un punto en el que estaremos poblados de telerealidad, astrólogía, teletienda y series de ficción? ¿cómo deja esto a la sociedad española (supuestamente la que dicta mediante las audiencias lo que se ve y lo que no)?
Se despide con un agridulce sabor de bocaXikitas