Entrenar es accionar mente y cuerpo para llevar a cago determinada actividad, calentamos nuestros motores para caminar y según avanzamos tendremos que ir abriendo nuestra mente y nuestro cuerpo pues la ruta no va a ser tal cual nosotros la hayamos estipulado, en caso de cometer el error de haberla diseñado previamente. Es en ese proceso de ganar terreno a nuestras resistencias en donde vamos a encontrar nuestra capacidad creativa, resolviendo más allá de las posibilidades de que hacemos uso habitualmente y entender que la negatividad de la traba está en mi capacidad de superación y no fuera en ese incoveniente puntual. El coaching con recursos de ocio me permite un profundo viaje a mi interior consciente para obtener una realidad bastante cercana de mi mismo a través de infinidad de juegos de autoconocimiento.
El coaching con recursos de ocio me permite tener una conciencia plenamente objetiva acerca de mi realidad interna, psíquica y físicamente, a través de una investigación digna del más reputado laboratorio científico en la que se trabaja con la herramienta más eficaz que tenemos, nuestro físico, haciendo especial hincapie en donde existe mayor desfase cognitivo que en la gran mayoría de casos suele ser nuestro físico y su arcoiris de lenguaje el gran desconocido. La investigación en este campo nos va a permitir una coherencia plena de nuestro valor de responsabilidad social con nosotros y nuestro entorno, gracias al conocimiento de nuestro yo físico y nuestro yo mental, y empezar a hablar de un yo global.
La capacidad creadora que es común a todo ser vivo, no sólo de la especie humana, consiste en el desarrollo de nuestra visión resolutiva de la realidad que vivimos diariamente y de un deseo de supervivencia innato. Y todos las personas disponemos de esa capacidad en mayor o menor medida, depende de las ganas de superación que tengamos. No es que los artistas sean más creativos que el resto de personas, simplemente por ser su cuerpo su herramienta de trabajo se ven obligados, o nos vemos obligados, a tener conciencia absoluta de quienes somos, ya que la creación artística exige de la entrada y salida a la realidad en que se vive. Y es esa conciencia de nuestra realidad interna y externa la que nos da la voz de alarma cuando existe incoherencia entre lo quien soy, lo que ofrezco, lo que digo que hago y lo que hago realmente. Es a través de éste trabajo con nuestro yo global el que nos aporta la confianza y seguridad para ir desterrando poco a poco el concepto del miedo, cuanto más sabemos de nosotros y tomamos conciencia de ello más fuertes nos hacemos.