Cada día, son muchas las personas que se plantean conseguir determinados objetivos, realizar distintas tareas, cumplir con promesas y agendas variadas y, en definitiva, afrontar sus propios desafíos. Sin embargo, cada día son también muchas las personas que no cumplen con sus propósitos, no hacen lo que dicen que van a hacer y, en consecuencia, no avanzan tanto como quisieran. ¿Te suena?.
En realidad, son varios los motivos fundamentales que, en mi opinión, provocan esta situación:
- Muchas personas no tienen el objetivo claramente definido, no saben lo que quieren conseguir realmente. Como no saben adónde van, jamás podrán llegar a su destino.
- Por otra parte, conseguir muchas de las cosas que la gente se plantea cuesta esfuerzo. Es más, son precisamente las cosas más importantes las que más esfuerzo cuestan. Obligan a salir de la zona de confort y eso provoca resistencias y que se deje todo “para otro día”. Es decir, no se asume el suficiente compromiso con el objetivo.
- Las personas que no consiguen resultados se caracterizan, en muchos casos, por decir que van a hacer determinadas cosas, que van a actuar y después no hacen lo que dicen. Son poco consecuentes y palabras y acciones se encuentran muy alejadas.
- Los hábitos incorrectos o la falta de ellos provocan funcionamientos “a impulsos” que no garantizan un avance adecuado hacia las metas. La constancia es una de las claves del éxito y no está presente en un gran número de personas.
Y, ¿por qué pasa esto?. ¿Es que no son realmente motivadores los objetivos que, a veces, nos planteamos?. Pudiera ser. Pero también puede ser que necesitemos ayuda. No pasa nada por necesitar ayuda. Esta nos impulsará a crecer. Es posible que únicamente necesitemos un seguimiento de nuestros avances que nos “obligue” a tener que responder ante alguien de nuestras acciones. Los seres humanos somos así.
Desde pequeños, las personas recibimos el mensaje de que alguien nos corrige y revisa los deberes y así vamos adquiriendo hábitos de estudio, trabajo, comida, etc. Siempre han estado ahí nuestros padres, nuestros profesores o nuestros jefes para comprobar que estamos haciendo las cosas. Nos comprometemos ante otras personas. Esto va creando una dependencia que vamos arrastrando hasta la edad adulta y en todos los ámbitos de nuestra vida.
Gran parte de las terapias de transformación de hábitos (adelgazamiento, alcoholismo, drogadicción, etc.) se basan en adquirir compromisos de los cuales se responde públicamente. El miedo al rechazo por parte de los demás hace que las personas actúen.
Pero, ¿Qué pasa cuando nadie nos revisa la agenda, vigila nuestras actuaciones o se preocupa por que cumplamos o no nuestros objetivos profesionales y personales?. Entonces la cosa cambia y es cuando nos vemos frenados, retrasamos las cosas y, finalmente, no conseguimos lo que nos planteamos. Nos comprometemos con nosotros mismos pero, ese compromiso no nos provoca “miedo al rechazo” y, por tanto nos sentimos libres de saltárnoslo. Aunque a la larga no cumplir los compromisos con nosotros mismos nos pasa una factura grande en términos de inseguridad y descenso de la autoestima, en el corto plazo no lo vemos y optamos por la más cómodo y confortable.
Como he comentado anteriormente, necesitar ayuda en este sentido no es ni malo ni raro. Cambiar hábitos es de las cosas más complicadas que existen, por lo que un poco de ayuda nos puede servir de mucho y proporcionar grandes beneficios. ¿Te imaginas que pudieras tener a alguien que, con carácter permanente te ayudara a establecer tus objetivos, definir tus acciones y revisar contigo como las vas poniendo en marcha y cómo vas creciendo en cualquiera de los ámbitos que te propongas?. A veces, crecer y desarrollarse, conseguir los objetivos es tan simple como eso. Como tener a un acompañante en el camino. Date cuenta que he dicho “simple”, que no es lo mismo que sencillo”.
Otra persona te puede enseñar lo que no sabes todavía para progresar, te puede animar y motivar cuando haga falta impulso, te puede ayudar a reflexionar y a utilizar todo tu potencial. Además, ante otra persona, ya no valen excusas, invenciones, cambios de última hora, justificaciones improvisadas. Eso se nota y te hace ponerte en evidencia.
Con la finalidad de que cuentes con ese acompañante en el camino de tu éxito y de tu crecimiento, Desafío Coaching ha generado su programa “Coaching de Guerrilla”. Un Coaching de acción, con los pies en el suelo, del día a día, orientado a provocar el impulso suficiente para aumentar tu grado de compromiso con tus propias metas y acompañarte en la puesta en marcha de las acciones necesarias para conseguirlas. Una herramienta ágil y rentable que acelerará enormemente tu grado de consecución de objetivos en los ámbitos en los que te lo plantees. Visita http://www.desafiocoaching.com/Coaching%20de%20Guerrilla.htm y conoce más en profundidad el programa.
Autor José Ramón Luna Cerdán
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