Revista Coaching

Coaching o psicología… definiciones, puentes y fronteras

Por Valeramariscal @ValeraMariscal

coaching La confusión es aquel maravilloso estado mental antes de la claridad – Mandy Evans

“Coaching no es psicología”, “psicología no es coaching”, “el coaching en el fondo es psicología”, “la psicología es coaching”… ¿Qué es coaching? ¿Es psicología? Los que nos dedicamos al coaching, nos enfrentamos todos los días al esfuerzo de explicar el concepto a los demás. Si miramos por la red veremos infinidad de versiones.

Por otro lado, veo como los colegas no psicólogos intentan definir y delimitar su campo, sobre todo intentándolo separar de la psicología, y muchas veces, de una visión muy coloquial de la psicoterapia.

En otra parte, veo a psicólogos no coach revindicar su espacio, y argumentar que en algunos casos los coachs intentan hacer de psicólogos sin estar preparados.

En un lugar central, están los psicólogos-coach, defendiendo ambos territorios con valor e intentando aportar lo mejor de ambos mundos.

Alrededor de todo, los potenciales clientes del mundo hispanohablante perdidos entre un vocablo inglés, manoseado y reinterpretado hasta la erosión y un termino clásico, de origen griego, también difuminado por el tiempo y por la complejidad de su objeto de estudio. El resultado es que en este debate están perdidos y les cuesta entender que es esto del coaching.

Yo me pregunto, ¿Por qué no volvemos a los diccionarios como partida? Coach es un término inglés y según wordreference:

coach n    (sports)    entrenador nm

The coach showed the boys how to throw the ball.

El entrenador enseñó a los muchachos a lanzar la pelota.

coach n    (instructor)    profesor (particular) n

instructor n

His voice coach helped him sing better.

Su profesor de canto le enseñó a cantar mejor.

* Su instructor le enseñó como hacerlo.

coach n    (tour bus) España    autocar nm

autobús turístico nm

autobús de turismo

Tomando las primeras alternativas de traducción (creo pertinente no tomar de momento la de autocar). Un angloparlante entiende como coach: entrenador, instructor… Sin más. Eso si, puede ser de muy distintas facetas.

Ahora, en español, tomamos el termino del inglés, nos olvidamos de los diccionarios y empezamos ha hacer interpretaciones, construcciones y proyecciones sobre un término que para nosotros en principio no significaba nada. Entender el vocablo sin su referencia inicial seria como interpretar una lámina de Rorschach. Al final cada uno se proyecta en su visión, cada uno da su versión.

Y yo me pregunto ¿Por qué no en lugar de inventar cada uno su versión del término no nos usamos su traducción original que es como se entiende en su contexto de origen? La mayoría de los artículos en realidad no tratan de definir coach, sino de transmitir la “idea” de coach que más favorece al emisor de la definición. Me suena a esa definiciones de los aficionados al los equipos de fútbol, ser del “Milan” “Barça” “Madrid”… no es una afición, es un sentimiento, es una actitud, una filosofía…

Seamos más prácticos, a la hora definir, partamos de la traducción aunque se pueda quedar corta al menos no confunde. A veces pienso, que no nos atrevemos a usar el término en nuestro idioma directamente como si el termino en nuestra lengua perdiera valor. Un coach está en la línea de un entrenador personal en muy variados aspectos: uno de sus fines más habituales pasa por, presentar, descubrir o desarrollar potencialidades no manifiestas del coachee.

Hacer coaching implica en muchos casos la aplicación de técnicas y herramientas que han sido estudiadas o propuestas desde la psicología, aunque, por supuesto, también desde otros campos (filosofía, educación,…).

Para entendernos, todos tenemos acceso en la actualidad a los datos de las excelentes aportaciones de la psicología al entrenamiento deportivo. De hecho, hace años que se creó la disciplina de psicología deportiva. Sin embargo, eso no significa que uno puede ser entrenador solamente siendo psicólogo ni viceversa.

La psicología es una disciplina que tiene como objeto de estudio la “psyché” (mente, alma) humana en su más amplias manifestaciones: pensamientos, conductas, rasgos,… A su vez tiene aplicación práctica en numerosas áreas de trabajo: científicas, sociales, económicas, terapéuticas, educativas, políticas… Su relación con el coaching sería una de ellas. Matizo esto por la tendencia excesiva de diferenciar el coaching de la psicología tomando ésta en su aspecto exclusivamente terapéutico y en algunos casos comparándolas solamente con una determinada metodología o escuela terapéutica.

Una analogía podría ser el marketing (exitosamente traducido por mercadeo en América hispanohablante).

El marketing, utiliza muchísimas técnicas y conclusiones experimentales procedentes de la psicología general (social, conductual, evolutiva,…) de la sociología, de la antropología, de la estadística… pero eso no implica que marketing sea psicología, ni que, por ejemplo, psicología social sea todo marketing…

Por otro lado, sin tener en cuenta otras variables de partida,  es lógico, que una persona con conocimiento de psicología social, sociología, empresariales o estadística estaría en una posición de ventaja a la hora de entender, aprender y trabajar en marketing, frente a los que, de antemano, no tuvieran una formación relacionada. Esta ventaja inicial, si todo lo demás se mantiene constante, se manifestaría en la rapidez de aprendizaje o en la calidad de resultados. Naturalmente al existir otra variables influyentes (experiencia previa en marketing, capacidad intelectual, motivación,… ) poseer formación en estas disciplinas, no garantiza por si solo que esa ventaja de partida se manifieste al final .

Del mismo modo, en el coaching, partir desde el conocimiento y la experiencia en psicología, … puede aportar un valor extra de partida de cara a entender las metodologías, finalidades y aplicación del coaching. Pues cuando un psicólogo entra en el estudio del mismo se encuentra con una alto porcentaje de conceptos, metodologías, sistemas, perspectivas ya trabajadas en su carrera universitaria. Lo que le toca hacer es recordar los conceptos y trabajarlos desde un nuevo paradigma. Pero también deberá estar abierto y aprender nuevas visiones y prácticas propias del coaching.

Por lo tanto, esta ventaja inicial deberá ser complementada con el conocimiento y práctica los aspectos específicos del coaching. Además estos dependerán también del modelo de coaching desde el que lo abordemos: ontología, PNL,…

Al fin y al cabo un coach, (un entrenador si lo traducimos al español) se debe formar como tal venga o no desde la psicología.

¿Cómo lo entendéis vosotros?


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